Aunque usted no lo crea, los formatos para el despliegue de información digital pueden ser infinitos. En éste artículo revisaremos desde los formatos más comunes hasta aquellos que no es posible clasificar debido a su dinamismo y versatilidad. Además, exploraremos las aplicaciones más comunes y las más creativas para cada uno de ellos.
Los Formatos de Video Clásicos
El formato clásico que hoy incluso podríamos catalogar como retro, es el formato 4:3. Éste tipo de pantallas nos recuerdan el pasado debido a que las antiguas televisiones con tecnología CRT seguían éste formato. Por muchos años, éste fue el estándar para el despliegue de video, hasta que fue reemplazado por el formato de pantalla ancha (widescreen) 16:9 que hoy es el nuevo estándar para las televisiones en el hogar.
El formato 4:3 aún se utiliza en la actualidad, principalmente para aplicaciones de cómputo. Algunas computadoras de escritorio con monitores pequeños utilizan éste formato, así como monitores de laptops. Además, existen video proyectores que operan bajo éste estándar de forma nativa. Esto resulta de especial utilidad, porque las pantallas de proyección en algunos sitios siguen siendo de éste formato.
El Nuevo Estándar
El nuevo estándar de pantalla ancha es 16:9. Lo podemos encontrar en prácticamente todas las televisiones planas que se comercializan hoy en día. De igual manera, todo el contenido nuevo para televisión se produce en éste formato.
Al ser una pantalla más ancha que el estándar anterior (4:3), se tiene la sensación de ver más. Para aplicaciones de cómputo, esto es especialmente útil y el formato 16:9 se ha vuelto muy popular.
Formatos de Cine
El cine siempre ha sido caracterizado por tener formatos distintos al estándar. Al tener un recinto muy grande para la proyección, la posibilidad de tener una pantalla de un formato diferente resulta especialmente atractiva.
Si bien el formato máximo de la pantalla en el cine se determina por el espacio disponible, en realidad la mayoría de las pantallas en los cines tienen un sistema para cambiar fácilmente de formato. Esto se logra a través de un aditamento que enmascara las zonas en que no hay imagen cuando se proyecta en una relación de aspecto distinta.
Así pues, el contenido en el cine puede proyectarse en múltiples formatos. Los formatos de cine estándar más comunes son 21:9 (también conocido como 2.33:1), utilizado para proyectar contenido cinemascope. Cinerama utiliza 2.59:1. Una relación de aspecto que se ha vuelto popular recientemente es IMAX que tiene una relación de aspecto de 1.33:1.
Formatos Amorfos
Existen, además, formatos amorfos que no podemos catalogar con una relación de aspecto. Estos se componen de múltiples pantallas que forman una pared de video. Si bien cada pantalla individual tiene una relación de aspecto que típicamente es 16:9 o 4:3, en realidad el formato de la pantalla resulta del conjunto de todas las pantallas.
Los arreglos tradicionales pueden catalogarse con una relación de aspecto, pero también es posible armar arreglos amorfos, en los que las pantallas no siguen una forma rectangular, y en algunos casos ni siquiera la misma orientación. A éstos arreglos se les llama paredes de video amorfas. Este tipo de pantallas encuentra cabida principalmente en publicidad, en donde su uso se ha popularizado ampliamente.