Desde pequeños, muchos padres suelen enseñar a sus hijos a ahorrar dinero, como una forma de hacerlos conscientes de que es necesario contar con un fondo extra de dinero para cubrir ciertas necesidades, gustos, placeres o urgencias. Ya de adultos, cuando sabemos lo que implica ganar dinero y lo fácil que resulta gastarlo, la palabra ahorro llena nuestro vocabulario y se convierte en el camino escogido para lograr las metas “ahorrar para tener” es la constante. Pero en verdad ¿qué tan eficiente resulta ahorrar? ¿Con esta actividad podemos cumplir y tener el soporte financiero suficiente para enfrentar eventualidades, comprar una casa o tener las vacaciones soñadas en una isla paradisiaca?
Ahorrar NO…
Nada más difícil que tener dinero a la mano y resistir la tentación de comprar algo que viste y te gustó, de todos los días sentarte en un buen restaurant a comer, al ceder a esta tentación, dejamos que como arena se vaya de las manos el dinero que ganamos y al momento de ahorrar dinero nos damos cuenta que apenas logramos salvaguardar unas monedas para fin de mes, es la triste realidad del ahorro, pero entonces ¿cómo ahorrar dinero? ¿Es posible lograrlo? Cantidad de personas lo hacen, aunque en realidad gran parte de ellas, en el sentido estricto de la palabra no están ahorrando, sino preahorrando.
… preahorrar SI
Como bien su nombre lo indica, preahorrar es la práctica en la que no esperamos ver que cantidad de dinero nos quedó luego de gastar en todo lo que queríamos, sino en apartar el dinero de nuestro alcance apena lo recibimos. La idea es similar a la que siempre hemos tenido de ahorrar pero haciéndolo antes de cómo nos enseñaron: guardar lo que no hace falta.
Podríamos decir que el preahorro se trata más de un truco psicológico ¡pero funciona muy bien! Es cuestión de pensarlo bien, si guardas dinero en el momento en que estás recibiendo dinero y decides que cierta cantidad irán para tus ahorros y la restante puedes gastarla, no resultará tarea difícil en el momento, pues te queda en mano cierta cantidad de dinero, seguramente mayor, de la que guardaste. Posterior a esto sigue una etapa en la que tendrás que aprender a vivir como si no existiera esa suma guardada, quizás sea la parte más difícil pero una vez que te habitúas mensualmente a hacerlo, no notarás que estás destinando dinero a los ahorros que tanto querías.
Cada cierto tiempo, luego de superada la fase en la que sientes la tentación de utilizar lo guardado, puedes ir aumentando la suma de dinero que estás desviando hacia tus fondos, procura hacerlo gradualmente para que te vayas a acostumbrando y adaptando tus gastos mensuales a lo que te queda.
Guardar dinero, sea al inicio o final del mes, no resulta verdaderamente fácil, recomiendo que al momento en que se sienta cercana la tentación de utilizar los ahorros te preguntes por qué estás guardando ese dinero ¿algún bien material, un viaje o la seguridad de un futuro económicamente tranquilo? Sea cual sea la razón, debería darte suficiente voluntad para no gastarlo y así, en un futuro ¡lograr tus metas con el preahorro!