Algunos autores definen al sujeto desde perspectivas diferentes, A. Touraine, enuncia que se puede hablar de sujeto desde el punto de vista de un apartamiento de las ataduras que se ven intrínsecas en la sociedad, es decir, para que el sujeto pueda ser concebido como tal este debe liberarse de las influencias de su contexto, “ser libre”; por otra parte para Robert Dufour el sujeto es concebido como tal por el hecho de verse atado a un gran Sujeto, un Otro que se encuentra representado por una figura de poder, de la misma manera es posible dar cuenta como tanto la concepción como la construcción del sujeto ha sido permeada por los diferentes cambios ocasionados en el contexto debido a las diferentes dinámicas sociales, económicos y culturales que se han dado con el pasar del tiempo, si bien anteriormente el sujeto se veía representado y se construía a sí mismo a partir de representaciones externas a él, hoy en día este depende de su propia definición de sí mismo, es decir, el sujeto pasa de ser hetero-referenciado a ser auto-referenciado.
De esta manera se puede decir que el sujeto se define a sí mismo teniendo en cuenta las representaciones simbólicas que se encuentran en su entorno y la manera en que estas permean su “ser”, es decir la auto-referencia que tiene de sí mismo; al realizar este planteamiento en el cual se ve implícito de manera directa el entorno, es decir el contexto en el cual se encuentra cotidianamente el sujeto es posible llegar a plantearse una pregunta: ¿si se habla de entorno o contexto, no se habla también de las condiciones a las que hay que enfrentarse en el mismo?, si es así, es menester dar cuenta que la construcción de sujeto implica directamente el nivel de condiciones en el que se encuentre la persona, sus necesidades, condiciones sociales, económicas, culturales y por su puesto sus deberes y derechos.
Al igual que la construcción de sujeto ha sido permeada y cambiante a lo largo del tiempo, el tema de los derechos se ha visto en constantes modificaciones teniendo en cuenta la concepción de ciudadano que se ha tenido en épocas pasadas, un ejemplo de esto es la antigua Grecia en la cual los derechos solo le eran otorgados a quienes fueran considerados ciudadanos, con el pasar del tiempo la declaración de ciudadano se extendió a toda la población con movimientos como la revolución francesa, la segunda guerra mundial, entre otros.
En un país como Colombia hablar de derechos y de ciudadanía es un tema que resulta bastante extenso. En la actualidad el país atraviesa una serie de conflictos internos de los cuales se derivan fenómenos como el desplazamiento, la desmovilización de grupos armados, mendicidad, y un número importante de damnificados por una u otra razón, poblaciones a las cuales se les denomina como poblaciones vulnerables. Es decir, personas cuya construcción de sujeto se encuentra supeditada a unas condiciones de vida bajas, en las cuales es posible evidenciar una violación clara de si no todos algunos de los derechos humanos.
En Colombia se denominan poblaciones vulnerables a todas aquellas que se encuentren en riesgo por una u otra razón, si se examina la situación de vida de estas poblaciones es claro ver que en todos los casos existe una o varias violaciones a sus derechos no solo constitucionales sino establecidos internacionalmente, por ejemplo en el caso del desplazamiento es posible evidenciar que no solo se está violando el derecho a la vivienda sino muchos otros, en la mayoría de casos se pasa por encima del derechos tales como la alimentación, la educación, la vivienda, y principalmente el que plantea la Constitución en su articulo 22: “ La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”. El estado colombiano no ha podido darse cuenta que cada una de las personas tienen derechos de vital importancia, y sencillamente se limita a establecer acciones asistencialistas que no logran tan siquiera subsanar las necesidades básicas de las mismas.
Estas poblaciones se han vuelto tan recurrentes en la actualidad que pasan de ser una problemática a solucionar para el estado y se convierten en meras cifras que se le presentan al resto del mundo para evaluar la situación del país, es así como ante el estado estas poblaciones pierden por completo su estatus como sujetos.
Al ver detenidamente los DESC ( Derechos Económicos, Sociales y Culturales) es posible darse cuenta que los derechos de los Colombianos son violados no solo por las circunstancias de vida, sino también por las diferentes políticas que el gobierno establece sin darse cuenta el daño que le hace a la población colombiana en general, un ejemplo de esto es la erradicación aérea de cultivos ilícitos, en la cual se ven perjudicados muchos campesinos puesto que sus cultivos son fumigados, de esta manera sus cosechas se ven afectadas y por ende el derecho a la alimentación así como sus respectivas consecuencias económicas, o el régimen de salud y protección que rige a todo el país, esto conlleva a preguntarse ¿porque si se supone que la prioridad de un gobierno es velar por el bienestar de sus ciudadanos, establece acciones que perjudican a la mayoría de sus habitantes?, ¿acaso en el afán de subsanar problemáticas como la guerra o una crisis económica se justifica violar los derechos de un pueblo?.
Si bien el gobierno tiene una gran responsabilidad en cuanto a las continuas violaciones de los derechos a los colombianos y más aún a las poblaciones vulnerables las cuales parecen ser invisibles ante la mayoría de los colombianos especialmente los de las más altas jerarquías, la educación cuya finalidad es formar personas de manera integral, formar sujetos de conciencia, juega un papel importante en esto, en Colombia la educación se ha tornado en una herramienta institucional que busca que los jóvenes salgan preparados para hacer parte del mundo laboral y productivo, se deja de lado la formación del sujeto, la auto-referencia de la que se habla anteriormente y se encasilla en un sistema que no deja ver las posibilidades de aprendizaje que van más allá de lo simplista.
La educación es una parte fundamental en el momento de exigir los derechos que poseen las personas, aquel que conoce sus derechos tiene la capacidad de hacerlos valer y tenerlos a su favor.
Escritor: DIANA CAROLINA MONTOYA