Intrepretación poesía Antonio Machado en relación a la religión – 2 parte

Cuando los estados Machado que Dios creó el mar, puede ser, como algunos escritores han sugerido, él está utilizando las mismas imágenes que emplea en el Cancionero apócrifo y en poemas posteriores, donde se refiere a Dios como el creador de la nada. Allí se establece que Dios creó la nada. Cuando nos dio la capacidad de formar conceptos lógicos que nunca puede abarcar su realidad divina.

Sin embargo, si en las líneas de cinco y seis del mar es equivalente a un estado de nada, es difícil ver cómo se podría dar a luz a la divinidad, como se dice en las siguientes palabras: “°creo la mar, y nace de la mar”. Además, existe el problema de por qué el poeta utiliza la forma masculina de el mar en los cuatro primeros versos del poema, pero luego cambia a lo femenino, de forma más poéticoa “la mar” en las líneas cinco y seis.    En otros lugares Machado utiliza ya sea el masculino o la forma femenina indistintamente, pero no necesariamente en el mismo poema. Se podría interpretar como una señal de que el significado del símbolo es algo diferente. Quizás Machado utiliza la forma femenina para indicar que el mar representa, no lo desconocido, sino más bien la totalidad del ser manifestado. Según la concepción panteísta de la realidad, Dios ha creado el universo a través de la manifestación de su propia sustancia, el universo es una emanación de Dios, así como las gotas de agua que forman una nube desde el mar. Y como el universo entra en un estado de actividad (como la nube que se transforma en una tormenta),  Dios despierta o nace, como la esencia de todo lo que existe.

El acto de Dios, que da a luz a sí mismo a través de la manifestación de su propia sustancia, introduce el patrón circular que será la base para varias  imágenes importantes en el poema.

|Esto nos lleva al punto crucial que ha sido el foco de la mayoría, si no todos, de la interpretaciones negativas del poema y, por extensión, de Machado de forma religiosa y pensamiento filosófico. Me estoy refiriendo a las líneas que establecen:

es el Criador y la criatura lo hace…

Yo de hacerte, mi Dios, cual tú me hiciste

y para darte el alma que me diste

en mí te he de crear…

Es esta parte del poema que han llegado a la mayoría de los críticos a la conclusión de que, para Machado, Dios es sólo un invento de su imaginación, producto de una ilusión, que no tiene existencia objetiva fuera de su propia mente.  Antonio Sánchez Barbudo opinión s es representativa de los que han interpretado las palabras de Machado s de esta forma, refiriéndose a las líneas citadas con anterioridad, escribe:

“°Esto tiene poco o ningún sentido, si tomamos sus palabras literalmente. Si cree en un Dios creador, consciente, fuera del mundo y de nosotros, entonces lo único razonable sería ponerse en su manos, adorarle; y ninguna necesidad tendría de hacerle, de crearle. En cambio, si no cree en Él, o al menos no está nada seguro de su existencia, y sólo sabe que se encuentra él aquí, en el mundo, esperando la muerte, entonces tiene mucho sentido, sí, buscando salvación, querer .crearle., inventarle: querer divinizar la propia conciencia. Y ésta es realmente la posición de Machado, y por eso dice .he de hacerte.. No creía él en

Dios, aunque diga aquí .mi Dios.; no creía en un Dios consciente, creador, aunque diga .tú me hiciste.. La confusión.que es confusión a propósito, buscando efecto.proviene de llamar .Dios., Dios creador, a lo que no es en verdad sentido como tal.”

Por otra parte, algunos otros críticos que han tenido en cuenta la visión panteísta de la realidad de Machado han expresado un punto de vista opuesto. Una vez que se reconoce que Dios es todo lo que es, es posible observar que cada criatura contribuye a la divina sustancia,  cada uno es un co-creador con Dios, a través de la existencia de su propia imagen. Un buen ejemplo de este punto de vista se encuentra en las palabras de Bernard Sesé:

De cualquier modo, en el pensamiento del poeta, nunca se llega a negar o repudiar a Dios por completo. Se diría que Machado tiene un conocimiento intuitivo de Dios, conocimiento difuso e insólito, del que da testimonio, por ejemplo, el poema titulado .Profesión de fe…. En él expresa el poeta una idea que le es grata: el mundo es un aspecto de la divinidad: Dios participa de la esencia de toda criatura; el hombre debe recrear en sí, descubrir, inventar la parte de Dios que lo habita, en un impulso de amor puro, de caridad en el sentido profundo de la palabra.

 

El poeta propio poeta hermano José tiene una visión similar, cuando se refiere a este acto de creación como tratar de despertar al Dios dentro de: El camino para llegar a Dios—ya lo dice el Poeta—es lograr crearlo en uno mismo, despertando al que llevamos ya en el fondo del alma. Para despertar el Dios interior es necesario comenzar la tarea de purificar el yo, con la esperanza de que algún día puede ser tan puro como Él nos hizo: Yo de de hacerte, mi Dios, como tú me hiciste.

Así es que cuando el poeta habla de devolver a Dios el alma que se le dio en el principio, párrafo “El Alma que me diste”, expresa su deseo de convertirse en un Creador. Dios constituye el fundamento de cada alma.  Su Aliento es alma y así como tenemos nuestro ser en Dios, Él también existe o vive a través de cada alma.
Por último, se observa un anhero de Machad por experimentar esta unidad, es de nuevo refleja en su deseo de sintonizar con Dios, para que él pueda ser un canal para la
corriente eterna del amor divino: ‘Que el puro río / de caridad que fluye eternamente, / fluya en mi corazón. ¡Seca, Dios mío, / de una fe sin amor la turbia fuente!.

Autor: Wang Jung