La Capital Mundial del progreso

Por fuera no es igual que por dentro. Me introduje desde la niñez, tan cerca como me fue posible, para palpar y palpitar en toda una realidad. Comencé a admirar cada día. Pestañeando, se fueron acumulando semanas y meses que nutrían mi expectante interés en plantar mis sueños, mis días y mi vida para un mañana generacional de propósito. ¡Es sorprendente!, Que dicha deleitarse con el mejor clima, insertado en un paisaje verdaderamente espectacular. Al ritmo de los años, se marcaron cosas que dejaron notorias huellas, que permearon lo que muchas circunstancias querían eclipsar. Hombres, mujeres, con sus hogares y familias, creceríamos en conocimiento, estatura, sabiduría, cultura y todo lo que se puede adquirir en una atmósfera de oportunidades.

Desde aquí, se engendraron grandes cosas tan productivas como jamás se pensó. Gente bien dispuesta, empapada del espíritu emprendedor, inseminado en hombres probos, decididos a superar lo imposible; Visionarios, llenos de fé y de ganas por romper todos los limites. Sus firmes miradas en el anhelo, con la frente bien en alto por el entusiasmo incontenible de progresar, enfocados en la multitud de almas y vidas determinadas a impartirles y transferirles grandes ideas y proyectos. Se plantó la preciosa semilla revelacional y transformadora, traída del cielo.

Es un verdadero privilegio que el Creador se fijara y bajara poderosos diseños que a él le plació, para plantarlos y establecerlos como usufructo de toda la humanidad. Nuestros ancestros, marcaron el paso para lo que hoy vemos, tenemos y usamos, con verdadero Amor, gozo y respeto; con el sello del esfuerzo guerrero y mancomunado, generación tras generación, arando la tierra y surcando montañas refrigeradas por los trinos de las silvestres aves y las tonadas labriegas que engrandecieron el ambiente cancionero. ¡Qué arrieros!; a ellos igualmente, dirigimos inevitable reconocimiento por su buena labor, a lomo de mula, con grandes y muy pesadas cargas abrieron el camino del progreso.

Acaso de la misma manera, ¿miraríamos por un instante la aguerrida y acelerada época de conquista?, o ¿nos estacionaríamos brevemente en la página especial de las gestas coloniales?, o ¿algo más cercano a la bella época de los buques y trasatlánticos con cientos de toneladas de producto extranjero para aplicar en nuestro medio? .Desde las estaciones portuarias de nuestras privilegiadas y preciosas costas, descendían para subirlas a más de 1.600 metros sobre el nivel del mar, con todo un contenido de mercancías, estructuras y significativos negocios necesarios de introducir lenta y cuidadosamente en semovientes caballares y mulares propicios de la arriería de un tiempo con aroma de progreso.

Se fusiona lo amerindio, lo nativo, lo rupestre, lo creado y producido en nuestro medio, con lo traído desde diversos puntos del planeta, para amalgamarlo en la mejor aptitud y actitud, metidas en el corazón que dispuesto y respaldado por el Creador, labra y emana gozo, amor, paz, paciencia, benignidad, don de servicio y alegría sin limites. Aquí se sonríe y se sirve por todas partes. Brotan siempre expresiones de entusiasmo sin fijarse ¿dónde nació?, ¿quién es?, ¿de dónde viene?, sino que se pregunta ¿qué quiere?, ¿que necesita?, ¿que se le ofrece?, ¿cómo le ayudo?

Tierra de grandes escritores y notorios poetas, de talentosos letrados y eminentes gobernantes, esforzados comerciantes, empresarios, artesanos e industriales, productivos y prósperos en todo lo que emprenden. Muchos formados en la academia, otros empíricamente, autodidactas que sientan cátedra en la experiencia y lo bien aprendido de sus ancestros: honradez, lealtad, principios, valores, cabal cumplimiento en lo prometido por el poder de la palabra declarada, ya que lo dicho por sus labios originado en su corazón es un sello potente e inquebrantable. Sede de los grandes congresos, exposiciones y eventos que reúne a nacionales y a extranjeros. Se muestra a todas las naciones verdaderos símbolos emblemáticos; la feria de las flores, los alumbrados y el sistema integrado de transportes como el metro, metrocable y metroplús que surcan la gran urbe y el paisaje que rodea comunidades adyacentes.

Hoy seguimos avanzando comprometidos con la posmodernidad y activados en el alarde tecnológico, tan sorprendente y notorio desde finales del siglo inmediatamente anterior. Hacemos uso de grandes herramientas que superaron los tradicionales medios de comunicación. En un instante y en todas las esferas de la vida, estamos en contacto con cualquier punto de la tierra. Como ciudadana colombiana, adoptada en esta preciosa capital, puedo afirmarles que La Capital Mundial del progreso es ¡Medellín!.

Autor: MARTHA LILIANA PERDOMO BOLAÑOS