ACERCAMIENTO A LOS CONCEPTOS DE EXPLICAR, COMPRENDER E INTERPRETAR A LA LUZ DE LOS AUTORES (PAUL RICOEUR Y HEIDEGGER)

Los seres humanos estamos enlazados con un gran sin número de sucesos que nos llevan a la inteligibilidad de las cosas que vemos u observamos. Nuestra existencia y la relación ontológica con el mundo nos proporcionan una cercanía con el sentido y el deseo de conocer todo lo que nos rodea. Nuestras preguntas, nuestras aseveraciones, nuestras inconformidades , todo cuanto tenga relación con nuestra existencia hace hincapié al ser que llevamos y que se relaciona en diferentes condiciones con otros seres.

De acuerdo a esto, es relevante precisar que por mucho tiempo se ha abordado los conceptos de explicar, comprender e interpretar. En este ensayo se pretende tener un acercamiento a estos conceptos por medio de los autores Ricoeur y Heidegger como aquellos que nos brindarán la posibilidad de comprender la semántica de ellos. Paul Ricoeur en su texto Teoría de la Interpretación nos proporciona una postura que será retomada en algunas citas posteriormente para tratar de comprender lo que él nos quiere decir; junto con Heidegger que nos dará, a la luz de la metafísica, una comprensión del ser en el tiempo y el mundo dinámico del ser.

El explicar en muchos años fue atribuido a las ciencias exactas que comprendieron y hasta el momento siguen siendo explicaciones empíricas que parten de las partes al todo, donde se desprenden una reunión de proposiciones y sentidos que refieren a valores de verdad, vistas desde entidades propiamente relacionadas con el conocimiento científico y sistemático propio de corrientes positivistas. Mientras que el explicar es dividir y proponer una hipótesis, en la comprensión captamos en totalidad y de manera sintética; se parte del todo a las parte. De esta manera podemos atribuir esta condición ontológica como originaria de las ciencias humanas que da cuenta de la experiencia de cada sujeto y su relación con los otros sujetos, cómo piensan, cómo se mueven en el mundo, cómo viven y cómo es su forma de narrar el mundo..

La explicación está subordinada a las ciencias que contienen teorías y su aplicación es sistemática, es deductiva y acude a la comprobación mediante métodos que se unen para formar un análisis del objeto de estudio. Retomando estas significaciones de estos conceptos es importante apropiarnos de éstas para comprender cómo se adaptan ellos a un texto literario. Para Ricauer la explicación encuentra su aplicación en las ciencias naturales, cuando hay verificaciones empíricas que se someten a procedimientos hipotéticos, entonces podemos decir que explicamos cuando se parte de la naturaleza misma.

El acto de comprender depende del significado que se emite directamente en la experiencia de quien transmite. De ahí que la interpretación sea el derivado de la comprensión “es la comprensión aplicada a las expresiones escritas de la vida” (Ricoeur, 2003, 85). No es posible aseverar que exista una interpretación sin comprensión, si existiera la dicotomía entre estos dos, no sería posible comprender el mundo que nos rodea y los signos que se emiten desde él. Es importante determinar que la interpretación es el paso final en un texto literario, producto de un proceso circular de acontecimientos que claramente se emiten con sentido.

Es posible que la unidad estructural en la obra se quedara solamente en explicación, con el análisis de ella, como un discurso único, sin embargo se destruiría la dialéctica que afirma Ricauer como procesos mediatizados, entre la explicación y la comprensión, esto no quiere decir que sea la interpretación una parte de la comprensión, sino que se tenga en cuenta como una “dinámica interpretativa” (Ricoeur, 2003, 86). De esta manera la lectura del texto se fundamenta en la autonomía que tiene el lector para comprenderlo e interpretarlo, y así forme un sentido especial al discurso allí planteado.

La interpretación es el proceso del lector, es independiente, aquí está el todo del ser, en el aquí y el ahora, no es él solo, lo es todo; comprende los signos del texto, despliega los niveles de todo proceso de significación. Abre aquello que está oculto en el texto y se pone en un acto reflexivo con él. El lector se comprende así mismo por medio del otro que le enuncia. Ricauer, 2003, 87).

En realidad el texto está en el anonimato, y comprender no es simplemente repetir o explicar un proceso, es plantear uno nuevo a partir de mi experiencia, cuando comprendo puedo interpretar, puedo entrar en conjeturas con el otro; validar interpretaciones, argumentar, confrontar y todo lo que esté al alcance. Heidegger: 2004, 41). La temporalidad yace en el mundo y con el mundo es posible la comprensión, somos seres en continuo movimiento por lo tanto, un texto también tiene movimiento.

El texto no es posible comprenderlo de la misma manera como lo comprendió aquel hace un tiempo. El texto se mueve en el tiempo, igual que nosotros nos movemos en el tiempo. “En la interpretación el comprender no se convierte en otra cosa, sino que llega a ser lo mismo”. (Heidegger, 2004,172), en realidad la interpretación y el comprender se fusionan y llegan a unirse. Pero es necesario que se obtenga de esto un “haber previo” y como resultante sería el comprender, el punto de vista de algo ya comprendido,es decir, algo que ya se ha dicho o se ha escrito sobre algo en particular. Es indispensable partir de allí para comprender y para hacer entendible todo lo que se ha develado por parte de la interpretación.

Finalmente todo resulta de la comprensión e interpretación por parte de cada uno de las cosas que están en el mundo, que sugieren un empalme con el discurso humano que lo acompaña. De esta manera estaría la lectura del texto ligada a una comprensión dialéctica que pone en juego toda intención que tenga éste con el lector.

Bibliografía

HEIDEGGER, Martín. Ser y Tiempo, Ed. Trotta, tr. E. Rivera, 2004,.
RICŒUR, Paul. El conflicto de las interpretaciones, ensayos de hermenéutica, Ed. FCE, México, 2003.
RICŒUR, Paul. Teoría de la Interpretación, discurso y excedente de sentido, Ed Siglo XXI editores, s.a de c.v, México, DF, 2003.

Escritor: Marisol Monsalve Àlvarez

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