En la educación superior, es común encontrar sistemas donde se implementan acciones que permiten a dichos sistemas relacionarse interna y externamente; esto es, en sus condiciones que nutren los procesos académicos y administrativos del mismo sistema para su lucro, y algunos procesos que afectan, desde su toma de decisiones, a otros sistemas relacionados con él. En estas relaciones, es vital delimitar la función e importancia que tiene el estudiante o aprendiz para que los tiempos, la administración y los procesos pedagógicos se puedan cumplir.
Dentro de los elementos que se deben considerar está, en primera instancia, la dedicación en tiempo que debe tener el estudiante para el desarrollo de las actividades académicas encomendadas; ésto determina la dedicación convertida en créditos y el trabajo independiente que desarrolla el estudiante por fuera de las reglamentarias, concebidas como exigencia, en espacios académicos con su tutor o docente.
Un segundo elemento es la clasificación de los contenidos obligatorios y opcionales, donde el estudiante de educación superior tiene la oportunidad de seleccionar los campos de desarrollo frente a su futuro desempeño profesional; éstos están relacionados con el nivel, la modalidad y la orientación del programa académico. Esta dedicación está representada en créditos llamados presenciales y electivos, y que así mismo, adquieren su nombre los cursos de dicho programa.
Un aspecto positivo está relacionado con la posibilidad que tienen las universidades de ofrecer los cursos electivos frente a las expectativas particulares de su público dicente y las necesidades de los diferentes campos laborales. En consideración de las múltiples alternativas que tienen los estudiantes y las universidades frente a la administración del conocimiento, se plantean las siguientes opciones: Flexibilidad académica:
La flexibilidad académica propone la autonomía que tienen las facultades, dentro de las universidades, para determinar cuáles y cuántos serán sus cursos, cómo se dictarán y cuál será su función para la construcción del conocimiento específico de sus estudiantes; determina las condiciones académicas en tanto al desarrollo y aplicación de cursos obligatorios y electivos en beneficio de sus estudiantes; y renueva dichos cursos para estar en la vanguardia del cambio social y las necesidades del mercado laboral. Así mismo, presupone un modelo abierto, flexible y polivalente que impulsa a la construcción de grupos y saberes interdisciplinarios e integrados, a la vez que promueven el conocimiento transversal y multidimensional.
Dentro de algunas universidades ocurre que no se ha entendido muy bien este concepto y ha llevado a monopolios de docentes sobre el conocimiento específico que imparten, a la poca vinculación en la investigación por su dedicación total a la docencia, poca movilidad de los docentes por otras áreas de conocimiento, lo que lleva al aislamiento de los docentes de la misma área, la jerarquización de los que se dedican a la investigación o a la docencia, y la ronda de falsos poderes creados a través del monopolio del conocimiento específico. Flexibilidad pedagógica:
Este concepto rompe con todos los estándares canónicos y tradicionales de la construcción del conocimiento; por tanto, se renueva mediante las nuevas concepciones sobre los modos de producción y reproducción del conocimiento. La flexibilidad académica abre las puertas a la flexibilidad pedagógica: básicamente, posibilita el empoderamiento del estudiante frente a la construcción de su proceso académico dentro de la universidad; por tanto, lo convierte en dueño de sus tiempos, espacios y proceso, como tal. Lo reta a ser el responsable de sus procesos cognitivos y académicos frente a la tarea que tiene en el campo laboral y profesional.
Presupone también una diversidad de las relaciones sociales en torno al conocimiento, desde la vanguardia tecnológica y pedagógica, a la construcción de saberes colectivos e individuales, a la consideración de espacios abiertos para la interacción personal, social, profesional y laboral. docente) a relaciones horizontales y personalizadas.
Flexibilidad administrativa: Posibilita el incremento de las ofertas académicas de los programas de las instituciones ya que se piensa en la oferta desde las necesidades del mercado, las oportunidades de servicio y las condiciones económicas y sociales de los estudiantes. A su vez, busca descentralizar las labores administrativas referentes a procesos académicos para agilizar los sistemas de comunicación, los procesos administrativos y la relación de los estudiantes con la institución, es decir, optimizar tiempo, espacios y recursos de todo tipo; en algunos campos se habla de desescolarización. Por estas características, se refiere directamente a un gran proceso de innovación y restructuración universitaria para poder cumplir con las condiciones de los nuevos paradigmas (social y económico) que trae la globalización y la glocalización. Las instituciones se ven beneficiadas en que:
– Los procesos administrativos se optimizan en tiempo y dinero.
– Cada vez hay más y distintos estudiantes con diversas expectativas frente a su proceso académico; por tanto es necesario innovar para cumplir con las demandas de los nuevos estudiantes.
– El campo laboral tiene un abanico más amplio para la selección de graduados útiles en sus empresas porque el proceso de selección laboral y de práctica es mucho más ágil.
– Se fortalece la relación Universidad – Estado – Organizaciones.
Estas condiciones llevan a que la universidad tenga que pensarse y renovarse continuamente, crear nuevos y mejores sistemas de comunicación interna y externa, y fortalecer su identidad corporativa y académica. Para desarrollar estas tareas, es vital instruir, aplicar y desarrollar mecanismos de actualización en TIC´s. Por tanto, las tres tienen un papel importante en la creación y renovación del currículo porque deben fijarse en el cambio de estructuras mundiales y locales, en las necesidades del mercado, en las expectativas de los estudiantes, y en el enlace de dichos procesos al nivel de satisfacción de empleados, docentes, estudiantes y mercado…o si no, ¿de qué otra manera se podrán ubicar los nuevos técnicos, tecnólogos y profesionales en el mercado?.
Cibergrafía:
DíAZ VILLA, M. Flexibilidad y educación superior en Colombia. INSTITUTO COLOMBIANO PARA EL FOMENTO Y DESARROLLO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR – ICFES, Bogotá, 2003.
http://www.aspucol.org/14-ultimasnoticias/FLEXIBILIDAD_Y_EDUCACI_N_SUPERIOR_EN_COLOMBIA.pdf.
Escritor: Liliana Tabares López