Independientemente del sitio en el cual vivas, y los mecanismos de protección social destinados a garantizar una jubilación decente, lo más recomendable es que desde tu juventud te prepares para este momento. Y si aun no lo haces, no te preocupes, nunca es tarde para prepararte para el futuro. Recuerda que el futuro es incierto y por lo tanto es aconsejable prever situaciones probables y poco probables de suceder.
El retiro laboral, supone no solo una suerte de duelo por la pérdida del puesto de trabajo, sino por todos los aspectos que traía implícito, tales como amistades, uso del tiempo (ahora libre), utilidad como mano de obra, sensación de seguridad y cobertura ante enfermedades y accidentes, aunque bien es cierto que en estos últimos tiempos las legislaciones a nivel mundial le empiezan a dar significancia tal, que es posible gozar de una veje digna con pensión asegurada. Pero ¿es realmente lo que deseas para tu futuro? ¿Depender de un monto estipulado para cubrir tus necesidades básicas luego de una vida de trabajo? Seguro que la respuesta es que no, entonces ¿qué hacer al respecto? Repasemos las opciones que posees desde ya.
El eterno dilema en la juventud: ahorrar o invertir.
Primero que nada, es necesario que visualices la importancia que implica prepararse para la vejez, recordando que es una etapa biológica por la cual la mayoría de los seres humanos debemos atravesar antes de morir, y que implica pérdida de facultades físicas, motoras y en ocasiones mentales, que nos colocan en un estado de vulnerabilidad y es por ello que se hace necesario planificarnos para ese futuro de manera firme y constante desde ahora. Ya el pasado, no tiene importancia, sino lo pensaste antes, no importa, ahora has cambiado de mentalidad. Entonces, es momento de decidir ¿invierto o ahorro para la vejez? Lo más recomendable es apostar a ambas opciones. Pero de manera cuidadosa. Deberías destinar un pequeño porcentaje de tus ingresos mensuales a un fondo de jubilación o a una cuenta personal destinada a ese fin, independiente de los aportes patronales que también irás acumulando. En el caso de la inversión, considera un negocio al cual dedicando una parte pequeña de tu tiempo luego de tu jornada laboral dependiente, puedas empezar a generar ganancias, por muy insignificantes que puedan parecerte, a futuro notarás los resultados, una opción siempre acertada es adquirir una vivienda propia, que se revalorice a lo largo del tiempo y que te permita ahorrar al mismo tiempo el dinero destinado al arrendamiento.
¿Y si ya estás jubilado? No tienes de que preocuparte.
De acuerdo, tu caso es un poco más especial, dado que en tu juventud y mientras pertenecías al sector económicamente activo, no pensaste en esta etapa y ahora te angustia lo que pudiese ser tu futuro inmediato ¿no es así? Pues, déjame darte una buena noticia: aun hay tiempo de hacer algo, pues ya diste el primer paso: comprender hoy que es necesario planificarte. Entonces, manos a la obra. Puedes tomar parte de los fondos de vejez que recibirás por tus años de trabajo e invertirlos en un negocio que posea solidez, como una franquicia. También puedes aun comprar una casa, y además, al tener tanto tiempo libre, usa tu creatividad y quizás de algún pasatiempo logres idear un negocio a la vez que te mantienes activo. Todo es cuestión de intentarlo.