A partir de los años sesenta comenzó un proceso de transformación del arte actual, tanto en lo teórico como en lo práctico, las ideas y patrones que el arte persiguió durante siglos desaparecieron, con la aparición de nuevas tecnologías y con el cambio sociocultural que se estaba gestando desde hace unos años antes, haciéndose latente en las nuevas formas artísticas.
En el mundo hubo sucesos importantes que produjeron un cambio en la mentalidad de la sociedad mundial. Podemos mencionar como hechos relevantes las manifestaciones de 1968 en Francia, con su actitud de crítica y ataque al estado como aparato represor de la libertad del individuo. La sociedad, gracias al desarrollo de las comunicaciones, comienza a tomar conciencia de los sucesos que pasan en el mundo, despierta la preocupación por temas sociales y hace latente su opinión. Esto hará que en el ámbito cultural se produzca un cambio, también, del planteamiento de la problemática del que hacer artístico.
Otro de los cambios importantes que podemos mencionar es la proliferación de nuevas tecnologías que también sirvieron como elemento importante en la producción artística, pues como ya se venía gestando este cambio de mentalidad donde el arte, más que preocuparse por la obra misma, recurrió a todos los medios posibles para explicarse y manifestarse, acudió a todas estas nuevas herramientas, naciendo así nuevas formas de manifestaciones artísticas. Un ejemplo de esto es el Pop-Art, que básicamente toma estas nuevas tecnologías para crear, y a la vez toma los iconos de la cultura urbana: como parte de la obra, el arte debía ser producido en masas y para las masas.
También podemos mencionar como parte importante del arte en estos tiempos el nacimiento de la performance, que tiene su origen en las vanguardias de principio de siglo, con el deseo de manifestar inquietudes sociales contingentes, artistas vieron la posibilidad de explorar más allá de un soporte material de la imagen, ocupando así el cuerpo como elemento importante de la obra y también ocupando materiales u objetos pero ya no como la propia creación artística, sino como elemento de apoyo a la explicación de la idea artística.
Otra de las cualidades de este tiempo es la importancia de rescatar lo real, que también está relacionado con los cambios que se han producido. El arte intenta involucrarse con el mundo siendo parte de los acontecimientos y por lo mismo comienzan a nacer otras temáticas, mencionadas anteriormente, y siempre todas estas muy relacionadas con lo social y a la contingencia. Para describir el arte contemporáneo necesitamos señalar un comienzo para referirnos a las causas que generaron sus características.
El período de creación artística entre la primera y segunda guerra mundial, que puede señalarse como un período de vanguardias, es un referente que nos puede ayudar a encontrar un comienzo del arte contemporáneo. Esta etapa de desarrollo artístico está absolutamente ligada al manifiesto como fundamento teórico-ideológico que busca fundamentar lo que va a ser transmitido como arte y también delimitar la creación dentro de un marco teórico, político y social. También, en este periodo, se comienzan a buscar y validar distintas maneras de producción artística, como la fotografía. L cine, el video, la instalación etc. En este momento podemos ver claramente que la pintura deja de ser el referente del relato artístico. La pintura ya no es el centro ni la base de lo que pasa con el arte, aun cuando esta continué desarrollándose; solamente pierde “jerarquía” en el relato que define lo que es arte o las nuevas maneras de hacer obra. Con esto podemos entender que la pintura pierde la exclusividad de la identificación total con el arte. Todo lo anterior puede ser comprendido como el comienzo del arte contemporáneo, las características antes señaladas definen la base de este.
Si bien en esta etapa entre guerras existía el manifiesto como fundamento, en el arte contemporáneo continua, pero también comienzan a aparecer con más frecuencia y a cobrar mayor valor las definiciones individuales; como por ejemplo el valor que toma la figura del artista, siendo casi un personaje que puede decir lo que es arte en un momento indicado. Se comienza a entender el arte desde una perspectiva más individual, en un lugar de una teoría que encarnara todo lo que acontecía en un mismo espacio y tiempo.
Desde la mitad del siglo XX podemos observar la proliferación de muchos modos de hacer arte, buscando cada uno de ellos la superación de las limitaciones tanto en lo que quiere decir la idea artística, la emoción o la forma propia de hacer la obra, para poner un ejemplo claro de esto; la aparición del Body-Art no encontraba la respuesta en la formas ya existentes y típicas del arte, entonces busca y explora de una manera extrema la forma de expresar lo que se desea a través del cuerpo como medio; los performistas, por otra parte, repudian la transcendencia de la obra, considerando que esta era irrepetible el tiempo y que su fuerza radicaba en la acción. El arte contemporáneo recurre a variados medios para explicar una idea, siendo esta más importante que la propia obra. Cobra importancia el entendimiento de esta más que la expresión plástica. También en la literatura y en la música se buscaba la expresión de lo inmediato y no la continuidad en el tiempo. Podemos encontrar en la música, artistas que valoraban el momento de la improvisación, así como también en la literatura; la escritura automática, que exploraban formas extremadamente distintas para llegar al límite de la expresión a través de los espontáneo. Así mismo, en el arte contemporáneo podemos ver a artistas que no preocupan por la creación, sino que para ellos solo un objeto descontextualizado significa una obra de arte.
Otra característica del arte contemporáneo es que se toma una idea como modo de creación, como por ejemplo el video arte, que busca llegar hasta lo más puro y acercarse mediante la experiencia de hacer video a un concepto, que no está previamente definido, sino que se va moldeando en el ejercicio de la práctica. Para luego llegar al desprecio puro del video como concepto y tratar de grabar de la forma más natural posible sin exageraciones ni adornos. Estas dos maneras de arte contemporáneo pueden vivir paralelamente, sin que ninguna de ellas sea la verdad artística del video. En la pintura también sucede ya que podemos ver realismo exacerbado como técnica contrastando con el arte óptico.
Además podemos mencionar la institucionalización del arte contemporáneo, a pesar de que existe la contracultura, movimientos extremos que buscan salir del molde; estos se contraponen al espacio que ha encontrado el arte en la sociedad. El arte es sinónimo de cultura, se considera importante, es parte de la educación básica, se estudia y se enseña, ya no en escuelas que siguen una corriente, sino que se enseña como concepto, se elige. Al existir este concepto todos podemos de alguna manera prejuzgar o preconocer una idea de arte. Los críticos también tienen un lugar privilegiado en el arte contemporáneo, son los que indican el camino o ayudan a que exista tal camino artístico, dejándoles la responsabilidad de decidir lo que es arte en sus manos. El museo es un lugar que también brinda la categoría de arte a la obra, sea cual sea y lo diferente que puede resultar, se entremezclan todas las distintas formas en un lugar que es capaz de absorber antiguas y nuevas obras. Existen también los ministerios de Cultura, los fondos del estado, y la preocupación de este por mantener y fomentar el arte, que también provocan su institucionalización.
Todo lo anterior puede ser encontrado bueno o malo por algunas personas, pero es innegable que ocurre. El arte contemporáneo existe en universidades. Se enseñan en conjunto técnicas e historia previamente estudiadas para dar la más amplia versión de lo que es el arte. El arte contemporáneo tiene lugares para su desarrollo y también para su expresión, que dejaron de estar en tela de juicio.
Escritor: Cristoffer Pérez Díaz