Antonio Machado y la generación del 98 – 3 parte

Esta misma idea de «pureza medieval» dará lugar a un cambio en el canon literario, con una revalorización de «los primeros escritores», por lo que la tradición de Calderón se oponen a la tradición de Berceo y Jorge Manrique, de la épica moderna, las baladas, el Francisco de Rojas, el Arcipreste de Hita . En las artes visuales, se elogió a quienes fueron capaces de adherirse a la «realidad cotidiana» y el paisaje español: Velázquez y, sobre todo, Goya y El Greco. Don Quijote es considerado un símbolo de la espiritualidad medieval resistentes al materialismo moderno.

Si las preocupaciones de sus propios escritores de su generación con respecto a España no permaneció ajeno a Antonio Machado durante la primera década del siglo (recordemos que él colaboró ​​en las mismas revistas en las que escribió, que ya en 1903 asistió en ocasiones a tertulia de Baroja y Azorín en el Nuevo Café de Levante, la visión del grupo de 98 sólo incorporar sus poemas a partir de 1907, después de su traslado a Soria.

A fin de comprender las razones por las Machado pronto se unio al grupo, debemos tener en cuenta que, antes de la aparición de las obras de 98, escritores de era muy grande en el prestigio de España otro movimiento literario, el modernismo. Esta palabra tiene un significado particular en la historia de la literatura española, en referencia al movimiento surgido en América Latina en los 80, primero en prosa, verso y, a continuación, bajo la dirección del escritor y patriota cubano José Martí (1852-1895) y el poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916), con raíces en el simbolismo y el parnasianismo francés.

«Los modernistas se dedicaron a un esteticismo consciente, el arte como supremo absoluto, la belleza como el máximo ideal y la renovación radical de la prosa formal y la poesía como un medio para alcanzarlos. Exaltó la imaginación creadora y la fantasía en lugar de la observación y los cánones aceptados por la literatura realista burguesa del siglo XIX. «

El Modernismo tuvo una fuerte influencia en la poesía española de la época, y Machado, como Ramón Jiménez y Valle-Inclán, se graduó como escritor dentro de su estética. En 1907 reescribio, su primer libro, Soledades, de 1903, tiene como objetivo no sólo eliminar las peores poemas, sino eliminar, sobre todo en su aspecto formal, los modernistas supervivientes (como los elementos más descriptivos y efectos del sonido), que se manifiestan evidentes en la imagen recurrente de parques abandonados en el diseño del poeta como vidente y de la poesía como una operación alquímica, y en algunos rasgos formales que persisten incluso en Campos de Castilla de 1912.

De hecho, la división de la literatura española de principios del siglo XX en dos grupos opuestos-modernistas, preocupados principalmente por la renovación formal y la generación del 98, particularmente al problema «de España» – no es unánimemente aceptada por los críticos de rock moderno.

 

El deseo de una poesía objetiva, ya no era, como Soledades y galerías de contemplación previa de sí mismo y la proyección de su espíritu a través del paisaje, un elemento clave que se encuentran en 1907 con su traslado a Soria: El contacto con el paisaje la Castilla rural.

En un artículo publicado en 1908 («Nuestro patriotismo y la marcha de Cádiz»), escrita pocos días después de su llegada a Soria, Machado pone de manifiesto su voluntad de participar en la construcción colectiva de una nueva identidad nacional: «Sabemos que la patria no es una propiedad heredada de nuestros abuelos, buena sólo para ser defendido en el tiempo de la invasión extranjera. Sabemos que el país es algo que es constante y sólo se conserva a través de la cultura y el trabajo.

La gente que descuida o abandona, la pierde, aunque yo sé que él murió. Sabemos que en casa no es el suelo que pisas, pero lo que es mío, y no sólo vivir en ella, pero para él: que donde no hay ninguna marca de la actividad humana no hay tierra, ni siquiera región, sólo una tierra estéril , ya sea la nuestra, buitres o águilas que vuelan por encima »

Hay, por último, otro factor que contribuyó sin duda a que Machado se acercó a los escritores de la Generación del 98: el hecho de que él estudió, de ocho a catorce años en la Institución Libre de Enseñanza. Fundada en 1876, en respuesta a un decreto del año pasado, que suprimió la libertad académica, las universidades que prohíben la enseñanza de cuestiones contrarias al dogma católico, o los ataques directos o indirectos sobre la monarquía, la Institución fue un centro de educación liberal que se diferenciaba por implementar prácticas que sus creadores les gustaría ver incrustado en la sociedad, la tolerancia, el laicismo, el espíritu democrático, la actividad científica.

Además del claro rechazo de la actividad política por parte de sus creadores, que «estaba firmemente convencido de que cualquier intento de reformar la sociedad» desde arriba «, es decir, utilizando las medidas de ejecución de la política en última instancia, sería inútil, por tener que trabajar con una población mayoritariamente indigentes e ignorantes «, la Institución reveló varios otros puntos de contacto con la generación del 98: una crítica de la realidad social y el autoritarismo y la admiración por la naturaleza, la promoción de visitas frecuentes de Castilla, la apreciación del conocimiento popular, la exaltación de la actividad laboral como positiva y fructífera.

Por lo tanto, la publicación de Campos de Castilla, en 1912, marca no sólo la adhesión definitiva de Machado a la estética y la ética inseparables, sino también la culminación de un largo proceso de transformación ya ha comenzado en las Soledades Refusión primeros en 1907, cuyas raíces se extienden a su infancia, como estudiante de la Institución Libre de Enseñanza y miembro de una familia de folcloristas destacados. Como ya se ha dicho anteriormente, este proceso no se suprime completamente el modernista influjo en la obra de Machado, ni impide que el poeta a abrir la inspiración de los demás en generación, como el sentido bergsoniano de la temporalidad.

Autor:  Wang Jung

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