Solemos decir que la educación es el dispositivo que perpetúa y replica los males, si se me permiten llamarlos así, de una sociedad. Por tal razón, la educación misma puede ser un instrumento que, si hacemos un uso apropiado y consciente de ella, genere e impulse un cambio social e individual.
Russell se da cuenta de esto en su escrito Algunos pensamientos sobre educación. Ahí da cuenta de ambas fuerzas. Una que reproduce el sistema y la otra que intenta alterarlo. En lo que sigue de este texto mostraré estos dos puntos en cada estadio y a la vez las dudas o inconvenientes que veo en ellas. Donde el punto a) siempre es mostrar los hechos tal y como aparecen (la reproducción); el punto b) la forma en que la educación puede ser crítica con aquella reproducción y el c) algunas dudas e inconvenientes que veo en el texto.
1. Religión y educación
a) La religión es tanto individual como social y para Russell la religiosidad es inversamente proporcional al grado de “civilización” de la sociedad. Pero con el pasar del tiempo la religión se hace más individual. De esto se sigue que la culpa por los errores personales los paga la comunidad entera; de hecho se suele afirmar que: la “religión es la fuente de nuestro sentido de obligación social” (Russell, pág. 128) Por lo tanto cuando actuó afecto a toda la comunidad, pues toda sería castigada por mi blasfemia, etc.
Las leyes que instauran los dioses son arbitrarias. Pero según Russell algún tipo de moral es mejor que ninguna, así sea la de un dios caprichoso.
Una de las proposiciones que hacen fuerte a la religión es que parte del hecho de que la vida es muy problemática y se arregla en el más allá. Así el cristianismo, como religión dominante, reduce su carga metafísica para cargarla con contenidos morales. Esta lucha se proyecta en las instituciones y en sus individuos, pero marca, a la vez, la brecha entre ambas. Puesto que las instituciones se fortalecen politizándose (tomando parte en las decisiones de la forma de gobierno) mientras que la religión individual solo lo afecta a él.
Así la religión institucionalizada se conecta con la propiedad, más específicamente con la forma en que alguien puede ganarse la vida. De esta forma, si alguien proclama el dogma y lo reproduce es más fácil que se gane la vida; mientras que, por el contrario, alguien que lo ponga en tela de juicio tendrá más problemas a la hora de sobrevivir.
Por lo tanto, si la religión oficial influye fuertemente en la política y la política oficial determina los contenidos de la educación, entonces la educación está determinada (de cierta manera) por la religión oficial. De esto se sigue que si la religión (de una secta puntual) no es lo suficientemente fuerte para influenciar el estado, entonces la educación estatal tenderá a secularizarse; además los que acceden a la educación estatal son los pobres, por lo tanto los pobres tienden a ser más laicos en relación a secta puntual. Así mismo la educación privada solo enseña aquello que los padres creen conveniente (cómo ganar dinero, etc.) En conclusión los de clases adineradas tienden a ser más religiosos, legislativamente hablando, claro está.
La iglesia aún sigue proponiendo normas que se manifiestan en la sociedad (tan solo veamos al procurador) y esto en la competencia laboral pone en desventaja a los laicos y a los ateos en relación con los creyentes (y en nuestro caso puntual se manifiesta más claramente). Y lo más preocupante es que la religión se instaura en la educación la cual perpetúa un saber, que a su vez, perpetúa una práctica.
Ahora bien, algunos pensadores no dogmáticos asumen que es bueno creer en dios puesto que los creyentes actúan de una forma que es positiva para la sociedad, pero Russell debate este argumento con una simple pregunta retórica “¿Cómo es posible que una conducta verdaderamente deseable tenga que apoyarse en falsas creencias?” (Russell, pág. 135) Además afirma que lo que genera “una buena conducta” es la autoridad de los padres.
En la educación religiosa se enseñan ciertas proposiciones, que son dudosas (no se puede comprobar su verdad o falsedad, es decir, metafísicas), como verdaderas. Esto genera ciertos problemas, Russel encuentra tres.
1. Si un estudiante se da cuenta de la inconsistencia de las proposiciones que se le imponen, se le reprime; esto a su vez puede generar que el estudiante se vuelva reacio al pensamiento crítico.
2. Russell dice que las personas inteligentes tienden a ser agnósticas. Por tanto, si los colegios religiosos solo admiten creyentes, entonces los profesores tienden a ser o estúpidos o hipócritas.
3. El espíritu científico de los jóvenes no puede florecer si existen proposiciones dogmáticas. Pues este espíritu implica que para convencerse de algo se necesitan pruebas racionales y el dogma las constituye a partir de los sentimientos.
La religión conserva males, o promesas de males, del pasado; por ejemplo, al considerar el infierno como un castigo justo para los pecadores, podemos asumir que es mejor castigar a los pecadores acá en la tierra para que no caigan en el infierno. Este ejemplo nos puede mostrar también lo difícil que puede ser salir de la fe, ya que al fomentarse en los sentimientos (entre ellos el miedo) ata al individua a ellos y deshacerse del dogma implica deshacer, en parte, el sentimiento. De hecho, si la vida eterna en los cielos es mejor que en la tierra, por qué preocuparse por ella. Si lo material de la vida se vuelve una pesada y triste carga para mí, mejor que otro lleve esa pesada carga por mí, tal vez un magnate o el Papa.
b) Para terminar ese capítulo el autor nos muestra su preocupación por la moral. Él afirma que la religión es perjudicial para la moral por los siguientes aspectos: (1) El educado se hace dependiente de una autoridad; (2) si el estudiante solo se basa en esa fuente de moral y si tal fuente cae, entonces no tendría moral alguna y cometería actos que son nocivos para la sociedad; (3) El estudiante no valoraría las virtudes intelectuales, en otras palabras, las instituciones educativas religiosas crean tontos (según Russell); (4) La clasificación entre bueno y malo, en la religión, no tiene conexión necesaria con las relaciones sociales, pero sí con los caprichos de un padre
c) ¿Realmente algún tipo de moral es mejor que ninguna? Si la fuente de moral cae para alguien cuya moralidad depende de esa fuente y actúa sin moralidad alguna (entendiendo moralidad como el conjunto de leyes y juicios establecidos objetivamente por un ente establecido socialmente) ¿Necesariamente es nocivo para la sociedad?
A través de todo el texto emerge una preocupación científica de Russell por mostrar que la razón permite el avance de una sociedad en todas sus formas haciéndola más civilizada. De hecho, casi que descarta los sentimientos de la ética. Entonces ¿qué entiende Russell por civilización?
2. Sexo y educación
a) Existe una contradicción entre lo que los padres piensan sobre la sexualidad y lo que desean que se les enseñe a sus hijos sobre el mismo tema. El tabú es superado solo en apariencia. Pareciera que la sexualidad es tan grande y turbia que supera todo código moral, pero este se mantiene en apariencia.
De esto se sigue que la libertad sexual solo se aparece en la práctica porque en la teoría se trata de legitimar las acciones. Ahí surge la pregunta ¿cómo concebir una teoría que sea acorde con la práctica sexual y cómo enseñarla? Sabiendo que aquellos que generalmente enseñan a los niños (mujeres célibes, profesores moralistas, etc.) en la teoría están libres de manchas pero en la práctica, no tanto. Para esto primero es necesario mostrar cómo funcionan las cosas ahora, para mostrar así la posibilidad de las alternativas.
La primera teoría que los padres imponen a los hijos sobre los genitales, es que ellos (los genitales) son objetos terribles y que no deben preocuparse por ellos. De esto se sigue que la curiosidad del niño aumenta en relación a su sexualidad, la cual seguramente va a ser reprimida (para esto existen muchos métodos: regañar a los niños, usar eufemismos, entre otros). Para esto el autor señala la importancia del psicoanálisis y lo desastroso que se vuelve para un pedagogo no tomar en cuenta sus proposiciones. Russell coloca el ejemplo de la masturbación y muestra que es más perjudicial la represión de la masturbación que su ejecución.
Así pues, el niño empieza a generar teorías sobre cómo él llegó al mundo; las cuales son reprimidas para así alienarse en el saber del Otro, en este caso los padres o los pedagogos; de esta forma lo que para él es digno de interés se trata de ocultar lo cual lo hace más atractivo para él. El problema es que el niño empieza a entender que no todo saber es válido y que si su saber no se acomoda al de los demás entonces será castigado. Así el saber empieza a contradecir lo que es bueno. Por lo tanto el niño cree que mientras más tonto es, mejor persona se vuele. Proposición que lastimosamente se materializa.
b) Russell afirma que el uso de anticonceptivos es una muy buena forma de hacer tolerable el sexo en la sociedad pues permite a los individuos gozar sin el problema de tener que pensar en un futuro, y a la vez de no generar lazos de interdependencia.
¿Qué es deseable e indeseable en el comportamiento sexual? Actualmente esta respuesta se sitúa y varía entre la lucha de varias fuerzas, entre ellas Russell rescata tres, a saber: “primera, la necesidad de que la esposa sea virtuosa como fundamento de la familia patriarcal; segunda, la doctrina cristiana de que el sexo es pecado fuera del matrimonio, y tercera, la nueva teoría de la igualdad de la mujer” (Russell, pág. 158)
Russell afirma que si la mujer deja de ser virtuosa se cae la estructura patriarcal de la familia y a su vez esto generará grandes cambios en las estructuras sociales. El autor ve esto problemático porque entonces el que hará el papel del padre sería el estado. De esto se sigue que la propiedad privada se vincula con la moral sexual. “Pero exigir fidelidad a la esposa y no al marido está en contra de la doctrina de la igualdad de los sexos, y es difícil imaginar cómo podría garantizarse la fidelidad sin recurrir a los tabúes o a la tiranía. Dudo que la solución sea la disminución del papel del padre unida a una progresiva tendencia a que sea el Estado quien se haga cargo de los niños” (Russell, pág. 161) Lo peor de todo esto es que aquellos que educan a los niños no son conscientes de estos problemas.
Russel intenta dar más soluciones: hacer el debate racional de todas las preguntas del niño, no decirles mentiritas piadosas, evitar que los jóvenes crean que el sexo es obsceno. Yo pienso que valdría la pena arriesgarse.
c) De todo el razonamiento de Russel podemos deducir que en general tapar el sexo se vuelve problemático para el niño, pero ¿qué pasaría en el caso contrario?
“Esta liberación es un arma de doble filo pues, en cuanto la sexualidad deja de estar reprimida, hay que realizar pruebas en el campo del amor. La prohibición y la supresión también tenían su costado tranquilizador. El sexo genera una angustia nueva en la posmodernidad. El cuerpo (…) y sus funciones. Incluida la sexualidad, deben ejercerse naturalmente. El placer sexual, hasta ayer nocturno y secreto, hoy se vuelve obligatorio: los medios de comunicación hablan de él todo el tiempo. El orgasmo se convirtió en un deber.” (Pommier, 2002, pág. 68)
Otra duda que me nace es: Sabiendo que el fin en la educación sexual es tener una sexualidad normal ¿qué entiende el autor por eso? ¿Hombre con mujer y ya?
¿Hay sentimientos naturales anti-sexuales de los cuales se pega el cristianismo para existir?
3. Patriotismo y educación.
a) Todas las personas tienen propósitos y deseos tanto particulares como generales. Los hombres se unen con un fin común. A esto Russell lo llama la identidad de intereses. Una asociación tiene un carácter ético definido (más no sus individuos). Así pues, su carácter ético se define en función del propósito colectivo.
El Estado, según Russell, es la organización política más poderosa a la cual puede alguien pertenecer (no sé si esto aplica aún, sabiendo que las grandes multinacionales han llegado a tener un poder, tanto político. como económico, más grande que algunos estados.) Así pues, Russell afirma, de manera un poco ingenua, que el estado en su función interna (organizativa) es bueno. Pero para afuera (con fines económicos sustentando su poder con el poder militar) mala.
b) El patriotismo es un sentimiento complejo, no implica la negación de otro país, solo la afirmación del propio. Pero cuando la identificación con la patria se efectúa gracias a los grandes aparatos de producción de conciencia (medios de comunicación, la educación estatal) el patriotismo se vuelve más negativo hacia el extranjero. (ahora que la selección va al mundial tendremos unos cuantos ejemplos).
“La educación es la principal culpable de que los ciudadanos consientan en convertirse en cómplices inconscientes de los crímenes que se realizan por afán de lucro” (Russell, pág. 174) Ese sentimiento debería categorizarse como una forma de histeria. Russel hace varias objeciones contra el nacionalismo, entre ellas: (1) la sociedad no puede avanzar; (2) No se le pueden enseñar nobles ideas a los ciudadanos; (3) inculca odio en los ciudadanos; (4) implica que se le enseñe a los niños proposiciones falsas, eso sí que le duele a Russell.
Russell piensa que una alternativa es generar una educación solidaria en pro de la cooperación internacional. Al comienzo esta afirmación puede ser un poco idealista y poco ingeniosa, pero si pensamos al igual que Russell, que la educación es el dispositivo mediante el cual el problema se materializa, no es nada descabellado pensar que ella misma (la educación) puede desmontar los problemas que ella misma fomentó.
Bibliografía
Pommier, G. (2002). Los cuerpo angélicos de la posmodernidad. Buenos Aires: Nueva visión.
Russell, B. (s.f.). Algunos pensamientos sobre educación.
Autor: Cristian Felipe Buitrago Piñeros