El botulismo es la enfermedad resultante de una intoxicación causada por una bacteria llamada Clostridium botulinum; comúnmente se trata de una intoxicación alimenticia, donde alimentos han sido procesados negligentemente, permitiendo que la bacteria viva y produzca toxinas en el interior de los envases de comida. Las bacterias botulínicas son células anaeróbicas que sólo crecen en la ausencia de oxígeno, de manera de los alimentos enlatados contienen el ambiente ideal para el cultivo de estas toxinas. Sin embargo, esta afección también puede presentarse cuando la bacteria se desarrolla en los intestinos de infantes menores de un año, quienes no cuentan con los mecanismos protectores necesarios para proteger el tracto intestinal de la producción de estas toxinas. También puede ocurrir cuando esporas de la bacteria penetras una herida abierta, y gracias a bajos niveles de oxigenación se liberan las toxinas.
Esta enfermedad representa un peligro inminente puesto que ataca el sistema nervioso central, ocasionando descontrol muscular, caracterizado principalmente por movimiento errático de los ojos y músculos faciales, babeo, ojos caídos, cansancio, irritabilidad, parálisis musculares, afectando igualmente procesos de deglución, visión, y respiración. Puede estar acompañada de vómitos, náuseas, dificultades para habla, debilidad en los miembros, pensamiento obnubilado, entre otros. Si la condición no es tratada rápidamente puede ocasionar fallas respiratorias y la muerte. El diagnóstico se realiza mediante la identificación de las toxinas botulínicas en la comida, heces, o heridas, y si se procede rápidamente a la administración de las anti-toxinas el pronóstico de la enfermedad suele ser favorable.
Si bien el botulismo infantil es difícilmente posible ser prevenido, las intoxicaciones alimenticias causadas por la bacteria del botulismo sí pueden ser prevenidas llevando a cabo una alimentación inteligente. Principalmente evitar consumir productor altamente procesados y enlatados, evitar a toda costa alimentos enlatados con abolladuras, óxido, o envases inflados. Las toxinas pueden ser eliminadas al ser expuestas a altas temperaturas. Los procesos de enlatado comercial están diseñados para exponer cualquier espora a temperaturas muy altas que aseguren matar las toxinas. Otros métodos como pasteurizado o hervido pueden no ser completamente efectivos para remover cualquier rastro de la presencia de esta bacteria.
Por otro lado, lo más seguro es optar por ingredientes naturales y realizar una cocción segura de los alimentos, asegurándose cocinar completamente las carnes, así como almacenar los alimentos en las temperaturas indicadas para mantenerlos fuera del margen de producción bacteriana. Mantén limpia y desinfectada el área de cocina y los implementos de cocina.
Los principales alimentos enlatados que deberías evitar son vegetales preservados con bajo contenido ácido, tal como espinacas, champiñones, o habichuelas, atún enlatado, pescados salificados, fermentados o ahumados, productos de carne procesada como jamones y salchichas; son todos alimentos que han ocasionado la mayor cantidad de casos de botulismo. Por último, cabe destacar que el botulismo no es transmitido de persona a persona.
Otro factor que ha presentado un aumento de casos en años recientes, es el aumento de consumo de drogas tales como cocaína y heroína, las cuales contienen esporas de estas bacterias, pudiendo infectar heridas o transmitirse al consumir la droga vía inhalación o inyección.