Con el vertiginoso desarrollo de los medios de comunicación virtual, la gran variedad de fuentes, ya no es un problema las cantidades de información acerca de un tema específico; ahora el problema radica en elegir la información adecuada a nuestras necesidades de información. Así sea una búsqueda informativa, recreativa, o académica investigativa, la cantidad de información que encontramos en la web hace que muchas veces nos intoxiquemos por las grandes cantidades de información; información impertinente, errónea o falta de fuentes y rigurosidad.
durante los últimos 20 años, y debido a constantes desarrollos tecnológicos en la web el crecimiento de la información y su accesibilidad nos llevó a tener portales de información que son consultados en cualquier parte del mundo, webs colaborativas donde podemos trabajar, estudiar y jugar con ciudadanos de muchas nacionalidades. Repositorios digitales encargados de guardar las miles o millones de terabytes de información. Incluso realidades aumentadas y virtuales que recrean modelos y sitios que quizás nunca habríamos conocido. Es decir que pasamos de tener un par de escritos, (libros o artículos), a tener la información consolidada del mundo a la vuelta de un click. Pero las pregunta son, ¿Nos preparamos adecuadamente para afrontar el vertiginoso avance en la era de la información?. ¿Cuáles son nuestras habilidades informacionales?. ¿Qué necesitamos desarrollar para afrontar esta era?.
para afrontar esta falencia informacional, siempre deberíamos tener en cuenta tres Habilidades básicas, que se pueden desarrollar a través de ejercicios cortos y la implementación de buenas prácticas a la hora de buscar información (Reconocer, Evaluar y Utilizar la información). Como el acceso a la información es mucho más fácil que antes de la era global de la información o la era de los medios de comunicación digital, el problema ahora es que encontramos tanta información que no sabemos cúal utilizar, por eso se hace indispensable el desarrollo de unas buenas prácticas a la hora de empezar la búsqueda de información.
Una buena práctica empezaría por el reconocimiento de las necesidades de información, saber claramente que necesitamos para no empezar a buscar información dispersa que no nos servirá a la hora de responder a nuestras necesidades. reconocer la información completa y exacta es importante antes de empezar a leer, en muchos sitios o páginas web, se encuentra información parcial o extractos de otros lugares y documentos, saber si lo que estamos leyendo es el escrito completo y original nos ayudará a no perder tiempo con extractos y resúmenes, muchas veces intervenidos e inexactos, saber buscar es indispensable para filtrar la gran cantidad de información que se aloja en los sitios web.
Saber dónde y cómo buscar, cómo generar preguntas que conduzcan a la información apropiada, y estructurar la búsqueda pueden mejorar la forma de búsqueda y recuperación de información, no se trata de perder tiempo haciendo grandes planes de búsqueda, sólo con hacerse las preguntas correctas acerca de los que estamos buscando facilitará en tiempo y calidad la búsqueda de información. dentro de este plan de búsqueda también podemos establecer en primera instancia cuáles podrían ser nuestras posibles fuentes de información de acuerdo a la información que necesitamos. Con este plan facilitaremos nuestro proceso de búsqueda de información. El segundo paso en las buenas prácticas es la evaluación de la información. es importante determinar la exactitud, pertinencia y exhaustividad de la información. para poder distinguir entre hechos, puntos de vista y opiniones identificando así cual es la información errónea y engañosa, para finalmente seleccionar la información apropiada para nuestra necesidad.
Como el problema no radica en la falta de información sino por el contrario podemos tener mucha información, un punto clave es la evaluación de la información, ¿En verdad es la información que necesitamos? ¿Es información de calidad y pertinente? para esto debemos prácticas buenas costumbres a la hora de escoger nuestra información para la utilización y corroborar aspectos tan normales pero esenciales como: Autor, revisar que tipo de autor es, si esta afiliado a alguna institución que certifique su trayectoria en el tema de consulta. Tipología de la información necesitamos. verificar el tipo de publicación y nuestras necesidades. por ejemplo si necesitamos información para una tesis de la Universidad no deberíamos perder el tiempo con artículos de opinión, al menos que estos estén dentro de nuestro objeto de estudio. Temporalidad. en muchas ocasiones y por la premura de tiempo en nuestra búsqueda no fijamos nuestra temporalidad de búsqueda y terminamos leyendo escritos que no se encuentran vigentes. Identificar la información veraz de la información engañosa: muchos portales están involucrados en la publicación de noticias engañosas solo con el objetivo de atraer cibervisitantes, muchos visitantes faltos de tiempo o de criterio en su búsqueda, realmente es muy sencillo detectar qué sitios web no son los más confiables para extraer información y solo dedicando un poco de tiempo en mirar la estructura del sitio y sus publicaciones se podrá tener un criterio más amplio acerca de el.
En el tercer paso en las buenas prácticas es la utilización de la información, desde una opinión hasta un artículo. La utilización de la información siempre será el producto final de una necesidad informacional, no importa si nuestra búsqueda es con fines recreativos o va ha ser publicada, siempre el objetivo final va ha ser utilitario para nosotros, razón por la cual también se incluye en nuestras buenas prácticas, Organizar la información para su aplicación, y por último invitarlos siempre a la producción y comunicación de nuevas ideas generadas en los procesos de búsqueda de información utilizando claramente los formatos adecuados en relación con el producto final (Notas, opiniones, artículos, libros, ensayos etc.)
Escritor: Alexander Portilla Unda