CINE Y LITERATURA COMPARACIÓN Y SUBJETIVISMO

La comparación entre cine y literatura no deja de ser usualmente odiosa en la medida en que cada quien toma partido por las cualidades y potencias de su forma de expresión favorita, usualmente, en cuanto a las posibilidades de interpretación personal y supuesta negociación de significados por parte de cada consumidor (para no involucrarnos con los términos de lector que favorece a la literatura, o espectador que mostraría favoritismo por el cine) la ganadora en términos comparativos resulta siendo la literatura. En casos como la adaptación del mito ayoreo la “abuela grillo” la comparación parece tener un resultado diferente, el favoritismo por la adaptación pareciera tener dos orígenes: por un lado, la reactualización de la lucha de los pueblos originarios en contra de la mercantilización de la naturaleza y por otro, la calidad y pertinencia de la adaptación en sí, que correspondería a la “fidelidad” con respecto al mito (representado por el texto original), en este texto discutiremos un poco sobre la veracidad de los dos presupuestos.

¿Reactualización o pretexto?

En cuanto al primer aspecto, la reactualización de lo indígena en el cortometraje, debemos tener en cuenta que no se muestra la lucha de los pueblos originarios, sino mas bien la expresión del punto de vista de esos pueblos como pretexto para hacer una denuncia válida actualmente desde la propuesta fílmica, el regreso de la abuela grillo implica, desde la cultura occidental el equivalente a la idea judeocristiana de la segunda venida de Cristo, a la vez que, desde la visión indígena se podría leer como el regreso del Incari y la instauración de los nuevos tiempos; la impresión general del concepto “regreso” o “retorno” si se quiere denominar así, es la de la reactualización del mito, teniendo en cuenta esto, grupos como el Pachakutic que parten de la idea de que el saber ancestral ha sido dominado y ocultado bajo el dominio de lo impuesto, permitiendo la institución de las colonialidades del ser y el saber, no ofrecen concepciones muy diferentes de las del pensamiento occidental. Para el caso de la abuela grillo en particular, el acto de la convivencia entre los humanos, es decir, el hecho de que la abuela al final del filme permanezca en la tierra, es la forma de actualizar el mito, hacerlo propio y común a todos, por supuesto la actualización no puede aparecer de la nada, la referencia a lo indígena debe estar presente pero no debe limitarse solamente a ella, precisamente la actualización visual del mito es la posibilidad de apropiación de la historia más allá del exotismo, patriotismo e incluso del discurso religioso, el corto lleva implícita una consigna política que exige una posición frente al fenómeno de mercantilización de los recursos naturales en general y hace una referencia directa al caso de la guerra del agua en Bolivia como anécdota particular.

En cuanto al primer aspecto, la reactualización de lo indígena en el cortometraje, debemos tener en cuenta que no se muestra la lucha de los pueblos originarios, sino mas bien la expresión del punto de vista de esos pueblos como pretexto para hacer una denuncia válida de mercantilización de los recursos naturales y cuestiona más profundamente el hecho de la posesión de los mismos por parte de los seres humanos, el mito resulta ser un recurso que disfraza la denuncia bajo un manto mitológico indígena fácil de entender por sus nexos con la propuesta ideológica judeocristiana.

Adaptación y fidelidad

Por otro lado, pese a la importancia del mito como recurso, la visión exotista del corto como algo netamente indígena, resta valor a la denuncia que existe a todo nivel social, la potencia de la versión fílmica precisamente está en el hecho de arrancar el mito de un canon literario indígena y refuncionalizarlo discursivamente en el terreno de una problemática social actual. La valoración positiva de la adaptación, como segunda causa a estudiar, responde en este caso al hecho de la relativa “vaguedad” del texto literario; las criticas que usualmente se hacen a las adaptaciones fílmicas provienen principalmente del hecho de que estas últimas, no pueden responder a las cualidades narrativas del texto original (descripciones detalladas, ambientes, pensamientos de los personajes, complejidad psicológica etc.) sin embargo, el origen preeminentemente oral del mito hace que la versión escrita sea breve y abierta a la inclusión de todo tipo de detalles en cada narración, esta “apertura” en el texto es la que permite la valoración positiva de la adaptación, es decir, reduce al mínimo la comparación odiosa entre el texto literario y la versión fílmica.

Particularmente en este caso de adaptación el fenómeno de la “fidelidad” no entra usualmente como factor determinante en la valoración, este hecho responde a la ausencia de factores textuales, estilísticos o de contenido que permitan realizar una comparación que pueda considerarse como adecuada, así, podemos concluir que, por contradictorio que parezca, la fidelidad como elemento de valoración de la adaptación no es de modo alguno determinante y sin embargo, resulta interesante ver como cuando se tiene en cuenta, casi siempre, inclina la balanza hacia la valoración positiva del texto literario y en detrimento de la adaptación fílmica.

Así, podemos ver como la comparación cine y literatura se inclina, de acuerdo a cada caso particular hacia uno de los dos a partir de presupuestos que usualmente responden a subjetividades particulares mezcladas con condiciones propias de cada comparación que muchas veces dejan por fuera incluso factores esenciales tanto de un lado como del otro, lo cual nos permite cuestionarnos sobre que tan viable o pertinente es una comparación entre dos formas expresivas tan diferentes, más aun cuando sabemos que la comparación nunca arrojará resultados concluyentes.

Escritor: Miguel Angel Bohórquez