Lo que sigue a continuación puede considerarse como una guía futura de errores que posiblemente pueda o quiera cometer aquella persona que o no quiere conservar su puesto de trabajo o simplemente espera que no lo contraten.
Caso 1: la Disney
Es la forma en que se identifica a los ilusos de cuentos de hadas que asisten a sus entrevistas de trabajo, disfrazados como uno de sus personajes favoritos de la televisión, y en algunos casos, hasta actúan como si lo fueran. Si la persona en cuestión se está postulando para niñera al mejor estilo Mary Poppins o como candidata a un concurso de belleza, entonces ser extremadamente tierna, querendona y sonriente le asegurará el cargo sin parpadear, pero si la entrevista es para un puesto de asistente administrativo o pasante de escritorio jurídico, las posibilidades de contratación se volverán inexistentes.
Ningún reclutador desea escuchar de su aspirante al cargo lo concerniente a sus sueños o fantasías rosa que ni siquiera el Gran Gurú de los Negocios respaldaría en su libro de éxitos. Si se desea ser descartado a la primera en la entrevista y hasta lograr ser visto como bicho raro:
- Asegúrese de hablar tiernamente de una utopía,
- Seguido de un tono chillón en la voz con excesiva alegría,
- Y si se puede (o no se controla), aprovechar de dar unas palmaditas
Con toda seguridad, no habrá reclutador que piense que su aspirante superó los 5 años de edad mental o por lo menos, le echó un vistazo a la pubertad.
Caso 2: el Suficiente
Referido al individuo que está convencido en su mente que nadie más en el mundo (fuera de él/ella) es capaz de hacer lo que hace en la empresa. Obviamente, esta persona olvidó que existen más de 6 billones de habitantes en el planeta y que de seguro, en su ciudad o en su misma oficina habrá por lo menos, un ser capacitado para desempeñar sus mismas funciones.
La mejor forma de ser considerado al despido en este caso sería:
- No hablar con nadie,
- No enseñarle a ninguno,
- Hacerse de oídos sordos,
- Al recibir un consejo, ignorarlo por completo,
- Y si se comete un error, jamás reconocerlo, abusar de la autoridad del cargo que tiene, y si queda tiempo, cometer otro error (para que se olviden del primero)
Caso 3: el Neanderthal
Tiene que ver con el espécimen humanoide que decidió seguir viviendo en las cavernas antes que formar parte de la evolución. Si bien existen empleos donde no se necesita de una preparación técnica previa para ejecutarlos (como operar un ascensor para subir y bajar), lo cierto es que el resto de ellos sí demandan una formación, de preferencia constante.
De manera que si lo que se busca es esquivar un empleo, bajo ninguna circunstancia se debe tomar un libro para leer o informarse y, si ha obtenido un título académico no deberá inscribirse para ninguna otra competencia formativa superior que lo acerque a tiro de contrato.