Muchas veces se preguntan las personas donde esta la educación en Colombia y en el mundo entero cuando se ve tanta violencia y mortandad sin importar edad, sexo, color o condición. Tal vez siempre se culpa a la tecnología, a no tener dinero o por el contrario a tener mucho de ese vil metàl; ¿pero cuàl será la verdad? Pablo Lipnizky).
¿Què quiere el autor que la humanidad entienda con esta frase tan realista? Se sabe por ciertas razones y condiciones que se están viviendo, que el odio lleva a más odio y obviamente la guerra crea más guerra, pero no solo eso crea; crea dolor, tristeza, decepción, venganza y se refleja en caras desgarradas de ancianos, niños, jóvenes, adultos que como pequeños lloran encima de los cadáveres de quien eran sus padres, hijos, amigos, abuelos, tíos o seres que amaban y que solo queda una lagrima derramada en aquellos cuerpos que lucharon o que por el contrario los condenaron solo por un interés, el interés de obtener tal vez algo que comer o quienes no tuvieron una buena educación en esta vida donde se vive de cualquier forma posible; ahora se alcanza a visualizar que cada día ya pocos disfrutan de un atardecer o amanecer donde solo se preocupaban de dormirse antes de ver el sol un día mas y darle gracias a aquel creador que le diò a su creación todo para ser feliz y que por el contrario solo se le ha regalado a la gran madre naturaleza destrucción y nada mas, pero esto no es todo.
Si se imagina por un momento el pasado de la niñez que se tuvo, se puede recordar que constantemente había competencia entre los hermanos, los padres en muchas ocasiones comparaban sus hijos el supuestamente mejor con el peor y viceversa, se les olvido educar en el amor de la igualdad, de ver las cualidades diferentes que tenían y todo solo lo simplificaban en una tonta comparación.
De igual manera se evidenciaba en la escuela cuando toda la atención de la maestra era solo para el mas inteligente de la clase; el que ella suponía que era, al que siempre le pedían las notas y recodaba su nombre completo y los demás era difícil recordar porque los otros eran los más> necios, eran los más tímidos y no se notaban en la clase o se notaban por lo que se suponía era negativo, pasando por alto actitudes como el liderazgo, la socialización entre amigos que podía reestructurar dando una buena orientación para la vida de estas personitas que muchas veces veían en sus profesores y profesoras una figura paterna o materna, de amor o de esperanza para sus vidas.
Por otro lado si se analiza el Sistema Educativo cada día solo quieren impartir conocimientos para crear seres competentes, las clases que sirven para sobrevivir, conocer un Dios o mas aun para tener ética y moral solo le dan la importancia de una hora en el currículo o diseño educativo, grave y preocupante idea; ya que en la escuela pocas veces inculcan valores de la manera correcta o peor a un docentes que no la imparten porque no le ven importancia a hablar de Dios (cualquiera que sea) y de tener normas para vivir como ciudadanos del mundo en tolerancia y respeto, valores que se han perdido, pero aquí no termina todo. Se debe tener en cuenta que no se puede hablar de lo que no se sabe y de lo que no se practica, evidenciado en las miles de familias que tienen violencia intrafamiliar o que ocultan y son cómplices silenciosos de violaciones, de golpizas de muertes donde sus hijos son protagonistas o receptores de estos escenarios de destrucción.
Competir es bueno siempre y cuando sea de la mejor manera, cuando se proponga desde la educación del hogar, desde la construcción de un país, verdaderamente en todas las falsas mentiras que imparten día a día a las miles de personas del mundo que viven soñando con una esperanza tal vez quimera, con promesas que se esfuman, como espejismos alentadores que se borran en la cotidianidad de la pobreza en todas sus fases: mentales, físicas y morales. La mayoría de las personas tienen pobreza material, pero hay muchas más que la tienen en la soledad rodeada de dinero y en la ingratitud y el engaño que propician a los inocentes.
Las personas tienen una idea errónea a cerca de competir; se muestra en los países que viven compitiendo por las mejores y actualizadas armas y en los guiness records del más, del más hermoso, del más pobre y seguir continuando las comparaciones. Para terminar, en la actualidad sin ir muy lejos se puede ver en Colombia como por las competencias entre equipos deportivos las personas se ven intolerantes y los disturbios y sangre de gente inocente corre por las calles de las ciudades que un día los vieron nacer, a lo que llaman pasión, pero que no tiene nada que ver con el concepto de esta palabra. Ahora no solo las palabras se las lleva el viento sino también el derecho a la vida, a la vida digna, a la libertad en todas sus fases y a alcanzar los sueños. Hoy solo el miedo se apodera del mundo, puesto que la mala competencia esta incrustada en los corazones de los ciudadanos que un día pensaron en ser grandes y felices y que encontraron la felicidad en disfrutar la desgracia de los demás, olvidando que esta misma desgracia caerá en ellos y en sus familias que algún día vivirán el mismo drama; el de la paz.
Escritor: DIANA MUNERA AVENDAÑO
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