El concepto de desarrollo humano en la actualidad, es considerado como la etapa trascendental, que contempla el desarrollo desde la concepción hasta el fallecimiento, este obedece a las condiciones del ser, al entorno en el que se desenvuelve, su historia de vida, su evolución, disminución de sus funciones y su plasticidad. Al nacer el bebe, su cerebro tiene un peso de tan solo el 25% de su peso adulto, el 75% restante tiene su evolución en la relación con el contexto, mediada por la interrelación con los adultos de mayor cercanía. El proceso neuronal y la interconexión con otras neuronas, se inicia con la gestación y se amplía en intensidad hasta los 5 años.
Desde la concepción neurológica el desarrollo no es lineal; es decir no es un proceso constante de las etapas, existen transformaciones que no son rígidas. Desde lo afectivo, social y cognoscitivo no comienza desde cero; se detecta una base de funcionamiento de sus procesos. No tiene un final en cuanto a los procesos del conocimiento; se presenta una reorganización cognitiva que no tiene límites puntuales.
Desde la concepción neurológica el desarrollo no es lineal; es decir no es un proceso constante de las etapas, existen transformaciones que no son rígidas. Desde lo afectivo, social y cognoscitivo no comienza desde cero; se detecta una base de funcionamiento de sus procesos. roles, el desarrollo de la comunicación, habilidades, destrezas y competencias, la inserción a la escuela con todo lo que transmite y aquellos principios propios de su grupo social aprendidos durante la vida.
Existen agentes facultados para la socialización de los niños y las niñas: La familia, el plantel educativo, los medios de información en la sociedad y otras herramientas propias de su edad como son: Los juegos, las fabulas, entre otras. En el proceso de socialización, también se presenta el desarrollo de afectos y vínculos afectivos que permiten la interacción con otros niños y niñas, donde aprenden como se dijo anteriormente una serie de prácticas sociales, que lo inducen a tener autocontrol de su comportamiento y el desarrollo de sus procesos cognoscitivos, a partir de los conocimientos aprehendidos de los otros individuos y la sociedad.
Las competencias como parte del desarrollo en la primera infancia son capacidades que facilitan el hacer, saber hacer y poder hacer que los niños y niñas muestran en el transcurso de su evolución. Se manifiestan a partir de las prácticas y comportamientos que los niños y niñas efectúan en el contexto habitual cotidiano o estructurado. La movilización hace parte de las competencias, posibilita la generalidad de las acciones utilizadas en entornos determinados y a su vez, permite diferenciar los ejercicios en cada contexto específico. La movilización favorece el avance hacia nuevas realizaciones y la maleabilidad de las competencias.
La competencia entonces moviliza y fortalece el conocimiento que brota de una realidad concreta, hacía varias situaciones, y es de representación dócil. En el proceso de funcionamiento cognoscitivo, hay instantes que son decisivos en el desarrollo, en ellos se condensan los conocimientos previos, se recoge información, se sintetiza, sistematiza, sirven de base para procesos futuros. A estos momentos se les llama experiencias reorganizadoras.
Las experiencias reorganizadoras, son el compendio de capacidades previas que posibilitan el acceso a nuevas innovaciones y concepciones, permiten la movilización hacia pensamientos complejos e interrelación con el mundo circundante. En el proceso educativo se deben desarrollar las competencias; la educación para la primera infancia va más allá de la preparación para la escuela, se propician experiencias significativas en los niños y niñas, el crecimiento y desarrollo adecuado y un acompañamiento intencionado, para la generación de ambientes de socialización, donde se sientan seguros y sanos.
Independientemente del contexto todos los niños y las niñas adquieren competencias que les ayudan a transformar su relación con el entorno. Se complejizan en la medida en que el niño y la niña se enfrentan a juegos y actividades que implican esfuerzos y retos, nuevos conocimientos, desarrollar mayores habilidades o adoptar ciertos Valores y Actitudes. Las competencias surgen y se desarrollan en el contexto de las relaciones sociales, en la edificación de representaciones y en el gobierno de dar sentido a sus experiencias, permitiéndoles la conformación de seres únicos e irrepetibles, diferentes de los otros.
Es necesario que los agentes educativos; padres, cuidadores, comunidad, docentes, asuman su papel de modelos identificatorios, donde se les brinde a los niños y las niñas la orientación y el seguimiento de sus actividades, todo ello a partir de la reflexión, para que se logre la transformación y movilización de los procesos cognoscitivos, afectivos y sociales que hacen parte de ellos.
BIBLIOGRAFIA
http://www.arismasa.com/portal/index.php%3Foption%3Dcom_content%26view%3Darticle%26id%3D28%…
http://www.mineducacion.gov.co/primerainfancia/1739/article-178053.html.
Escritor: María Elena Zapata Cañaveral.