El amor es un tema complejo y profundo en la vida de los seres humanos, y el fin de una relación de pareja puede dejarte desvalido teniendo que atravesar un duelo por ruptura amorosa, lo cual no dista de ser igual al afrontamiento de la pérdida por fallecimiento de un ser querido. Se debe tener en cuenta que en una relación romántica conlleva la activación de un sistema de recompensa que utiliza hormonas como reforzadores, y al vernos privados del objeto de nuestro amor, este sistema se viene abajo, produciendo sentimientos de tristeza, ansiedad y desesperanza.
En este sentido, una ruptura de pareja conlleva irremediablemente al afrontamiento de un duelo, proceso que se caracteriza por experimentar diversos estados o etapas que pueden presentarse en distinto orden, siento comúnmente catalogadas como: negación, negociación, rabia, depresión, aceptación, y superación.
- Negación: esta fase se observa más cuando la persona es abandonada, y supone el shock inicial del acontecimiento; suelen presentarse mecanismos de defensa que impiden afrontar la realidad, se entra en un estado de negación en el que solemos pensar que todo fue una pelea, seguramente volverán, seguro no se cumple la amenaza… Para esta etapa sólo se debe dejar correr el tiempo, en unos días de distanciamiento la persona podrá asumir la realidad de la ruptura, y empezarán a aparecer otros síntomas.
- Negociación: esta fase va de la mano con la negación, puesto que la persona intenta utilizar cualquier medio posible para hacer que su amor vuelva, promesas de cambio, ir a terapia, que no lo volverás a hacer, cualquier cosa que convenza a la persona de volver.
- Rabia: la persona ha terminado de tomar consciencia del hecho de la ruptura, sin embargo lo ve todo desde un sentido de injusticia, se preguntan continuamente el “por qué” de las cosas, parecen buscar un culpable, y tienden a verbalizar todos los aspectos malos de la pareja y todos los esfuerzos y el tiempo invertido que ahora resultan inútiles; estas emociones son algo normal que surge del hecho de estar heridos, incluso esa rabia puede brindar energías necesaria para reconstruir la vida, sin embargo puede ser una etapa de la que nos podemos quedar enganchados fácilmente, presentándose casos que guardan rencor y odio durante muchos años luego de la ruptura, donde se mantiene el pensamiento de que la pareja “no ha tenido lo que se merece”, afirmando unas ansias o deseos de venganza. En casos en los que esta etapa tienda a alargarse mucho, es importante intervenir los pensamientos automáticos que se presentan, cuestionando acerca el porqué de la rabia, el deseo de venganza, qué es lo que la otra persona hizo tan mal, así como orientarlos en la toma de decisiones de cosas relevantes, en casos de divorcios con hijos por ejemplo.
- Depresión: Una vez que se dejan de buscar razones o culpables, y se deja de ver a la ex pareja como el enemigo, entonces se abre paso a la tristeza, la nostalgia, el desamor y el dolor, es el conjunto de emociones que se corresponden más con la situación de duelo, y sentirla y expresarla es necesario y sano para el afrontamiento y posterior superación; se pueden presentar casos en los que se dificulte la expresión de la tristeza, debido a la percepción de que es una debilidad sentir tristeza, se debe siempre fomentar la expresión de los sentimientos, enfocar al paciente en la situación que se está viviendo y amplificar y permitirse sentir todas esas emociones, mediante técnicas como exposición simbólica, visualizaciones y amplificación de emociones.
- Aceptación: Aunque aún con un poco de nostalgia, la persona es capaz de revisar objetivamente lo que ocurrió y hacer un balance acerca de las experiencias observando los aspectos positivos y negativos, y son capaces de hacer introspección, aceptar y perdonar; en esta fase suelen dedicarse más a proyectos personales, empiezan a sentirse más relajados, retoman poco a poco las actividades sociales, y comienzan a cambiar distintos aspectos tanto personales como en el entorno. Durante esta etapa se puede fomentar a la realización de actividades que conlleven al disfrute y el placer, siempre es bueno recomendar actividades físicas, ejercicios, deportes, que ayudarán notablemente a restablecer por completo el balance de la vida, así como promover la autoevaluación y el cambio pertinente para relaciones en el futuro.
- Superación: Se vuelve a establecer un estado de ánimo positivo, se sienten preparados de emprender nuevos proyectos, conocer nuevas personas, son capaces de volver a ver a la ex pareja sin que haya síntomas de dolor y sufrimiento como antes, y no hay sensaciones de ansiedad, angustia o rabia que acompañen el pensamiento acerca de la ex pareja.