Lo que comienza con un viaje de una persona a un país diferente al suyo y con costumbres diferentes puede terminar con una estadía de dos que mantienen una relación sentimental intercultural, es que los viajes se hacen propicios para que ese “extranjero” conozca al que podría ser su pareja. Aun así, existen ciertas dificultades cuando se inician este tipo de relaciones, por supuesto, también hay un lado bueno de la moneda, y son las ventajas.
Esto viene del hecho que en algunas culturas, hablando de aquellas que no tienen un protocolo rígido de cortejo que hace casi imposible la interacción con extranjeros.
Lo difícil entre dos culturas diferentes
Comenzar una relación sentimental intercultural es el comienzo de una serie de preguntas, dudas, cuestionamientos y posiblemente decisiones, dependiendo de qué tan lejos llegue la relación. Las primeras dificultades surgen durante el cortejo, esa etapa en que los dos se están conociendo y cada uno tiene las dudas del significado de las acciones del otro, o bien, asumen tienen iguales formas de cortejo y se cruzan las señales, si se supera esta etapa, luego pueden resultar muy divertidas las anécdotas de lo que aconteció en esta parte.
Ya una vez definido que hay una química, feeling, conexión, atracción o como se quiera llamar, entre dos personas, el momento de iniciar una relación puede ocasionar la misma nunca comience si no se aclara lo que se tiene y qué significa para cada uno el “estado actual”. Mientras que en algunos países o culturas se espera un pedido de noviazgo, en otros “estar” juntos ya significa tener algo y en otros estar aún no significa nada. Se requiere madurez y olvidar el miedo al rechazo para preguntar directamente qué es lo que el otro cree que tiene y comparar con tus expectativas.
Luego de esto, una vez establecida una relación sentimental intercultural vendrán una tras otras todas esas diferencias culturales en hábitos, crianzas, estilos de vida, interacción con la familia del otro. Además de todo eso, si ambos no comparten un mismo idioma nativo pueden desarrollarse malos entendidos por la falta de comprensión.
El lado bueno de estar con alguien diferente
Si bien cuando se trata de culturas, no es muy recomendable se tengan “dos polos opuestos” porque tanta atracción podría ocasionar una colisión, el hecho de sostener una relación con alguien diferente a cómo estás acostumbrado puede hacer que sientas te conectas con ese otro tan diferente que te hace conocer y analizar cada parte de él y de ti que considerabas como normal hasta que lo conociste.
Una relación sentimental intercultural también la capacidad de convertirse en una puerta a un nuevo bagaje cultural que desconocías y que viendo como visitante en un país no podrías siquiera llegar a comprender toda su dimensión y bases. Lo mejor de todos es que si se vienen de dos culturas diferentes y existe la fortaleza e inteligencia suficiente en la relación para enfrentarlo será un enriquecimiento mutuo.