Tenemos una idea preconcebida de que la educación es un derecho inherente para todos. Educación igualitaria, dicen algunos. Pero ¿es esto realmente así? Personalmente, lo dudo. El ex presidente Ricardo Lagos promulgó la ley que garantizaba la enseñanza media gratuita y obligatoria. Este hecho trascendental nos acercó como país, al mundo cada vez más globalizado y demandante en el cual estamos inmersos pero estamos muy lejos aún de formar parte de un sistema educativo realmente de calidad e igualitario para todos. La gran pregunta es ¿Por qué sólo aquellos que tienen dinero, tienen acceso a una educación de excelencia?
El destino de un chileno promedio comienza desde el nivel pre escolar. Tanto las salas cunas como los jardines infantiles tienen un elevado costo, que no muchos padres pueden afrontar. Hay que destacar que lo importante en esta etapa de la vida, es que los pequeños no sólo sean “cuidados” sino también educados. Muchos estudios apoyan la teoría de que las conexiones neuronales se desarrollan amplia y rápidamente desde que somos muy pequeños. Entonces, un bebé, un niño, necesita tanta estimulación como sea posible y si ésta viene de parte de profesionales como las educadoras de párvulos, todavía mejor. Pero volvamos a la realidad, no todos pueden pagar este tipo de educación y optan por alternativas más económicas como simplemente dejarlos en casa o pagar una nana para el cuidado de sus hijos.
Posteriormente, el niño debería asistir a pre kínder y kínder, opción que muchos padres desechan por subestimar este tipo de educación, piensan que sólo van a cantar, bailar y “hacer rayones”, una pérdida de tiempo, dicen algunos. Sin embargo existe evidencia científica que descarta este tipo de opiniones. Cristián Bellei del Centro de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile dice “Existe un conjunto de evidencia científica bastante sólida de que lo que hacemos por los niños durante los primeros años de su vida tiene repercusiones para el resto de sus oportunidades de educación: su desarrollo cognitivo, su desarrollo socio afectivo y emocional” (1).
Si la estimulación y educación que se recibe cuando niños determina en parte, el éxito que podamos tener en el futuro, como país, realmente nos falta mucho. La educación inicial está fuertemente desvalorada, comenzando por los prejuicios que se tienen sobre ella y llegando al menosprecio que se les da a las educadoras de párvulos, las cuales son muy mal remuneradas y vistas como “las tías que lo único que hacen es cantar todo el día”.
A todo esto hay que sumar la realidad, conocida por todos, de los bajos puntajes en pruebas de medición como el Simce y la Prueba de Selección Universitaria. Pero ¿Quiénes son los que obtienen malos resultados? Por supuesto que no son aquellos establecimientos en los que la escolaridad se paga en UF. Lamentablemente aquellos con resultados deficientes son los que no pudieron pagar un jardín infantil costoso o un colegio ABC1, aunque por supuesto, hay gratas excepciones, como lo son aquellos colegios emblemáticos en los que los alumnos deben pelear un cupo.
Pero para la mayoría de los estudiantes, su futuro se forja desde la niñez, si tienen acceso a la educación inicial, si sus padres pueden pagar un colegio que entregue educación de calidad. Porque desgraciadamente en Chile la educación de calidad se debe pagar –exceptuando los ya mencionados colegios emblemáticos- y para comprobarlo, basta con mirar los ranking de los mejores colegios, con los mejores resultados y echar un vistazo a los alumnos ABC1 que desde pequeños hablan inglés, tienen la mejor infraestructura, campos deportivos, materiales y textos exclusivos, pocos alumnos por aula, es decir, las mejores condiciones para un aprendizaje óptimo.
Si se mira la realidad de la educación en Chile, se ve claramente que nos falta mucho como país. No es posible que la educación de excelencia sea un privilegio de algunos y que el dinero determine el futuro de un niño. Si queremos ser un país desarrollado debemos darle las mismas oportunidades a todos nuestros niños, sólo así lograremos ser un país exitoso ya que todos nuestros niños tendrán las mismas herramientas para desarrollarse plenamente.
Escritor: Macarena Arévalo Aravena
Los comentarios están cerrados.