En la actualidad existen numerosas clasificaciones acerca de las fases de las que se compone el proceso de adquisición motriz (Fitts y Posner (1967), Durand (1988), Meinel y Schnabel (1988),…). Estas clasificaciones tienen en común que plantean tres grandes fases por las que el deportista va a avanzando a medida que dedica tiempo al aprendizaje de las habilidades y técnicas especificas de un deporte en concreto y los cambios que se van produciendo en su estructura perceptiva, cognitiva y psicomotora hasta que alcanza el status de experto. Aquí vamos a exponer la clasificación planteada por Fitts y Posner (1967) debido a su claridad.
1ª FASE: Cognoscitiva.
Esta primera fase del aprendizaje es una fase consciente en la que el individuo adquiere una idea del objetivo a alcanzar a través de la comprensión de la tarea planteada por el profesor y en la que se elabora un primer plan de acción. Se dice que esta fase es consciente debido a que el sujeto interioriza lo que hay que hacer mediante información visual y demostraciones. La ejecución de la habilidad en estos primeros momentos del aprendizaje es poco coordinada y sin fluidez, lo que conlleva un gran gasto de energía por parte del sujeto y la existencia de una gran cantidad de errores.
Según los modelos de procesamiento de la información, en este primera fase la ejecución es imperfecta debido a que a nivel perceptivo la atención no está centrada en estímulos vinculantes (la retroalimentación para controlar el movimiento se produce predominante de forma extrínseca, en concreto a través de la vista, que es una fuente de información cuyo tratamiento se realiza de forma muy lenta lo cual conlleva una deficiente recepción y elaboración de la información). A nivel del mecanismo de decisión existe una imperfección del programa motor llevado a cabo debido en última instancia al escaso bagaje de opciones. Por lo tanto, teniendo en cuenta estas premisas, la ejecución es imperfecta ya que la acción no coincide con el esquema ideal.
La actuación del profesor en esta primera fase del aprendizaje consiste en:
– Facilitar la identificación del objetivo de la tarea y de las condiciones del entorno, por lo que solo proporcionará la información imprescindible y de forma clara.
– Organizar las condiciones de práctica para que sean las mejores posibles para el aprendizaje.
Orientar la atención del alumno sobre los aspectos relevantes de la tarea y ofrecer feedback al alumno para que poco a poco vaya ajustando su respuesta.De esta forma, la práctica continua determinará la progresión y el dominio de la habilidad.
2ª FASE: Asociativa.
Después de realizar varias sesiones en las que se entrena una determinada habilidad, el sujeto va consiguiendo una ejecución coordinada y fluida en circunstancias estables, es decir, se va dando una aproximación de los valores obtenidos al deseado. No obstante se siguen produciendo errores, pero estos se relacionan con los aspectos complejos de la habilidad. Al mejorar la coordinación del gesto se da una disminución del coste energético. A este progreso se le suele unir la desaparición de los gestos inútiles que el alumno ha podido ir adquiriendo a lo largo de la primera fase de aprendizaje. Como consecuencia de este avance se empieza a dar el proceso de automatización del gesto lo cual conlleva una reducción en la demanda de atención que supone una liberación de recursos para otras tareas perceptivas.
La explicación de este progreso según los modelos de procesamiento de la información radica en cambios en los tres mecanismos expuestos en el apartado anterior. A nivel perceptivo aumenta la percepción selectiva de estímulos debido a que se cambia la fuente de información principal. Ya no se hace un uso tan elevado de la información exteroceptiva para controlar la habilidad y se empieza a utilizar cada vez de una forma más amplia la información propioceptiva, que es la información que emana del propio cuerpo a la hora de realizar un movimiento y que se procesa mucho más rápido que la información exteroceptiva. Con respecto al mecanismo de decisión, la mayor discriminación de estímulos incrementa las posibilidades de elegir la opción más correcta. Como consecuencia de estos cambios, aparecen ejecuciones satisfactorias más frecuentes y una mayor capacidad de regular y controlar el movimiento. El papel del profesor en esta fase consiste principalmente en centrar la atención del alumno en los detalles de la tarea y proporcionar una práctica espaciada para asegurar el éxito en la mayor parte de los intentos.
3ª FASE: Autónoma.
En esta última fase del aprendizaje motor el movimiento es coordinado y fluido incluso cuando existen condiciones cambiantes en el entorno. Esto se produce gracias a que la habilidad se automatiza debido a la práctica. Esta automatización supone que el control del movimiento pase del córtex al tronco encefálico lo que se traduce en un mínimo gasto cognitivo y energético. Este fenómeno unido al desarrollo de la atención selectiva (solo se captan los estímulos más relevantes para la acción), hace posible que se pueda simultanear la ejecución con otras actividades perceptivas lo cual brinda la posibilidad de anticipar respuestas. En este momento la atención se puede desviar hacia la estrategia (en tareas abiertas) o hacia el estilo (tareas cerradas).
La actuación del profesor en esta última fase del aprendizaje consiste en facilitar una práctica variada ante situaciones cambiantes del entorno y facilitar feedback cuando el alumno lo solicite. En este momento es muy importante tener en cuenta el factor motivación debido a que el alumno ya no aprende tan rápidamente, por lo que habrá de buscar estrategias para mantener al alumno motivado hacia la práctica.
– Bibliografía:
– Durand, M. (1988). El niño y el deporte. Paidós – M.E.C. Barcelona.
– Fitts, P.M. y Posner, M.I. (1967). Human performance. Belmont, CA: Brooks/Cole.
– Meinel, K.; Schnabel, G. (1988). Teoría del movimiento. Motricidad deportiva. Stadium. Buenos Aires.
Escritor: José Alberto Aláez Díez