En el lenguaje cotidiano la ética y la moral pueden usarse como palabras sinónimas. Sin embargo, en la filosofía frecuentemente son diferentes. La ética es la rama de la filosofía encargada de estudiar las diferentes morales, sistemas de costumbres, que los hombres puede ser relativo al lugar en que uno se encuentra. 1804), uno de los filósofos más importantes de la Ilustración, consideraba que ese relativism podía superarse al encontrar principios universales para todo ser humano en cualquier lugar y tiempo. Uno de los aspectos con que Kant como guía de toda acción.
La contingencia y la necesidad, actuar por inclinación o por una máxima son los principales elementos en torno al deber como fundamento de la moral. Kant desarrolla dichos aspectos en su libro, la Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Si imaginamos a alguien que actúa inequívocamente bien, él nunca se dejaría llevar por sentimientos de agrado o desagrado. No obstante, en la práctica, nadie logra obstáculos La razón práctica interviene en nuestras acciones para poder actuar correctamente. Por ejemplo, se dice que, ayudar a los demás proporciona satisfacción. Comúnmente, es uno de los motivos para realizar acciones filantrópicas. Empero, para el filósofo de Prusia, la acción del filántropo, que se siente bien al ayudar, tiene poco valor moral porque, aunque actúa conforme al deber, se guía por una inclinación. De otra manera, se da el deber cuando se actúa por respeto a la ley sin obedecer a inclinación alguna, el deber por el deber mismo.
Es así que, ayudar a los demás por inclinación es una acción conforme al deber pero no tiene valor moral debido a que es casual o contingente (algunas veces se realiza y se diría el Manuel Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, tr. Manuel García Morente, Porrúa .filántropo); mientras que, cuando él se guía por una máxima que va de acuerdo a la ley muestra un nivel superior de pensamiento y siempre será consistente con la moral.
Pero ¿qué es una máxima según Kant? Las máximas son las concepciones subjetivas de lo bueno que dictan lo que es una acción con valor moral, independientemente de las inclinaciones.3 Por ejemplo, si uno piensa racionalmente se llega a la conclusión de que es un deber ayudar a los demás y además conducirá a ponerla en práctica. Una acción hecha por deber tiene su valor moral en que necesariamente tiene que ser cumplida, según Kant.
Hay tres tipos de necesidad: causal, lógica y racional. En la necesidad causal (el fuego es causa de calor) se considera como una relación que no es normativa o bien, no tiene repercusión en lo bueno o lo malo; la necesidad lógica (si todos los hombres son mortales, y yo soy hombre, entonces yo soy mortal) sí es normativa, nos dice lo correcto o lo equivocado de los razonamientos; y la determinación de las premisas a la conclusión siempre es la misma. Por último, la necesidad racional tiene repercusión en el pensamiento y las creencias aunque no se sigue que necesariamente se piensa o se actúa así porque la racionalidad humana es imperfecta. Por ejemplo, Kant sostiene que el amor al prójimo es una máxima con necesidad porque no depende de que sea amigo o enemigo.
Y, si bien, el amor como inclinación no puede mandarse, el amor como deber puede realizarse desde la razón práctica que conduce necesariamente a obedecer la máxima. Cuando Kant dice que el valor de una acción por deber depende de que necesariamente tiene que ser cumplida, se refiere a la necesidad racional. Así, el carácter necesario de una acción por deber se fundamenta en una máxima que se guía por la concordancia con los principios objetivos de la ley. Aunque el filántropo pierda el gusto de ayudar, si se guía por el deber continuará ayudando a los demás. En conclusión, actuar por inclinación no tiene valor moral porque resultan acciones contingentes. Actuar por deber guiado por una máxima es lo que Kant considera como un fundamento de la moral.
Escritor: Víctor Manuel Arratia Méndez