Durante todo este año del 2014 se conmemora el IV centenario del fallecimiento de Doménico Theotocópuli, más conocido como El Greco. Nacido en 1541 en Candía (actual Heraklion), en la isla de Creta, en aquellos tiempos territorio de la República de Venecia, desarrolló su trayectoria artística entre su lugar de origen, donde siguió la tradición artística tardo bizantina fundamentada en las pinturas de iconos; la Italia renacentista, donde los dos focos culturales destacables eran la Venecia de Tiziano, donde se afianzó en el dominio del arte occidental, el empleo del color, la perspectiva y la pintura al óleo, y la Roma de Miguel Ángel y el manierismo, que se convirtió en su estilo pictórico vital y, finalmente, Toledo, su espacio de recogida y expansión artística, donde las imágenes más recurrentes en nuestra memoria son los lienzos y retablos de motivos religiosos, en los que prevalecen las sombras y las luces, la creación de una atmósfera en la que se fusionan las diversas y complejas líneas artísticas que El Greco desarrolló en su trayectoria hasta su fallecimiento en 1614.
Para gestionar esta celebración se ha creado la Fundación El Greco 2014, institución pública cuya presidencia de honor la ostentan SS.MM. los Reyes de España. De su Patronato, presidido por Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, Marqués de Marañón, depende la gestión de las acciones de patrocinio, que se realiza mediante un Consorcio integrado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y el de Hacienda y Administraciones Públicas, la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, el Ayuntamiento de Toledo y la Diputación Provincial de Toledo. Colaboran con el Patronato la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y relevantes instituciones culturales nacionales e internacionales, como el Museo del Prado, las Reales Academias de la Historia y de San Fernando, el Metropolitan Museum de Nueva York y la National Gallery de Washington. Cuenta, además, con una Comisión Ejecutiva, encargada de la ideación y la elaboración de los planes de trabajo y de la gestión de los proyectos que protagonizan el Año de El Greco.
Al igual que la idea del III Centenario de la muerte de El Greco celebrado en 1914 era reivindicar la figura artística del pintor, desconocida para una gran mayoría, el objetivo de la conmemoración de este IV Centenario es la de potenciar la imagen de Toledo frente al mundo, enriquecer su identidad cultural y favorecer el mejor conocimiento de la figura del pintor cretense y de su obra. Para ello la Fundación ha organizado una gran oferta cultural basado en el Greco y su entorno toledano, poniendo énfasis en la organización de festivales de música clásica, simposios y coloquios, documentales y exposiciones en torno a la figura del pintor, destacando la muestra El Griego de Toledo, comisariado por Fernando Marías, que se exhibirá en el Museo de Santa Cruz, ampliando su oferta en lugares y espacios donde el cretense trabajó, los denominados Espacio Greco: La Capilla de San José, La sacristía de la Catedral de Toledo, La Iglesia de Santo Tomé, el convento de Santo Domingo el Antiguo (donde yacen sus restos) y el Hospital Tavera. Esta exposición recorrerá la trayectoria artística del artista, desde su primera formación como maestro pintor en Creta, influenciado por el arte posbizantino, pasando por Venecia y Roma , hasta su arraigo personal y artístico en el Toledo cultural posterior a su capitalidad del Reino. Es en su obra cumbre El entierro del Conde de Orgaz, donde se manifiesta de forma cristalina esa reunión de estilos en un escenario indeterminado donde se conjugan lo terrestre y lo celeste sin solución de continuidad, la inclusión del grupo de retratos innovadora en aquella época, su intimidad mística, su sobriedad cromática. Por así decirlo, su adaptación al ambiente español del siglo XVI, sin olvidar sus orígenes a la hora de plasmar sus lienzos.
Pintor singular y rupturista, emblemático y simbólico, solamente reconocido entre sus contemporáneos como El Greco 2014
Durante todo este año del 2014 se conmemora el IV centenario del fallecimiento de Doménico Theotocópuli, más conocido como El Greco. Nacido en 1541 en Candía (actual Heraklion), en la isla de Creta, en aquellos tiempos territorio de la República de Venecia, desarrolló su trayectoria artística entre su lugar de origen, donde siguió la tradición artística tardo bizantina fundamentada en las pinturas de iconos; la Italia renacentista, donde los dos focos culturales destacables eran la Venecia de Tiziano, donde se afianzó en el dominio del arte occidental, el empleo del color, la perspectiva y la pintura al óleo, y la Roma de Miguel Ángel y el manierismo, que se convirtió en su estilo pictórico vital y, finalmente, Toledo, su espacio de recogida y expansión artística, donde las imágenes más recurrentes en nuestra memoria son los lienzos y retablos de motivos religiosos, en los que prevalecen las sombras y las luces, la creación de una atmósfera en la que se fusionan las diversas y complejas líneas artísticas que El Greco desarrolló en su trayectoria hasta su fallecimiento en 1614.
Para gestionar esta celebración se ha creado la Fundación El Greco 2014, institución pública cuya presidencia de honor la ostentan SS.MM. los Reyes de España. De su Patronato, presidido por Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, Marqués de Marañón, depende la gestión de las acciones de patrocinio, que se realiza mediante un Consorcio integrado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y el de Hacienda y Administraciones Públicas, la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, el Ayuntamiento de Toledo y la Diputación Provincial de Toledo. Colaboran con el Patronato la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y relevantes instituciones culturales nacionales e internacionales, como el Museo del Prado, las Reales Academias de la Historia y de San Fernando, el Metropolitan Museum de Nueva York y la National Gallery de Washington. Cuenta, además, con una Comisión Ejecutiva, encargada de la ideación y la elaboración de los planes de trabajo y de la gestión de los proyectos que protagonizan el Año de El Greco.
Al igual que la idea del III Centenario de la muerte de El Greco celebrado en 1914 era reivindicar la figura artística del pintor, desconocida para una gran mayoría, el objetivo de la conmemoración de este IV Centenario es la de potenciar la imagen de Toledo frente al mundo, enriquecer su identidad cultural y favorecer el mejor conocimiento de la figura del pintor cretense y de su obra. Para ello la Fundación ha organizado una gran oferta cultural basado en el Greco y su entorno toledano, poniendo énfasis en la organización de festivales de música clásica, simposios y coloquios, documentales y exposiciones en torno a la figura del pintor, destacando la muestra El Griego de Toledo, comisariado por Fernando Marías, que se exhibirá en el Museo de Santa Cruz, ampliando su oferta en lugares y espacios donde el cretense trabajó, los denominados Espacio Greco: La Capilla de San José, La sacristía de la Catedral de Toledo, La Iglesia de Santo Tomé, el convento de Santo Domingo el Antiguo (donde yacen sus restos) y el Hospital Tavera. Esta exposición recorrerá la trayectoria artística del artista, desde su primera formación como maestro pintor en Creta, influenciado por el arte posbizantino, pasando por Venecia y Roma , hasta su arraigo personal y artístico en el Toledo cultural posterior a su capitalidad del Reino.
Es en su obra cumbre El entierro del Conde de Orgaz, donde se manifiesta de forma cristalina esa reunión de estilos en un escenario indeterminado donde se conjugan lo terrestre y lo celeste sin solución de continuidad, la inclusión del grupo de retratos innovadora en aquella época, su intimidad mística, su sobriedad cromática. Por así decirlo, su adaptación al ambiente español del siglo XVI, sin olvidar sus orígenes a la hora de plasmar sus lienzos.
Pintor singular y rupturista, emblemático y simbólico, solamente reconocido entre sus contemporáneos como retratista (El Caballero de la Mano en el Pecho,) ignorado por el arte barroco, denostado por la Ilustración dieciochesca, es recuperado por las corrientes vanguardistas de comienzo del siglo XX, que le vieron como un antecedente de sus pretensiones artísticas expresionistas, evitando cualquier cercanía con la sumisión de la representación mecánica de la realidad. En pleno debate interminable sobre la interpretación de la pintura del Greco, de la discusión de su pretendida espiritualidad e identificación con los valores hispanos, hasta su imagen de pintor con fama de extravagante y excéntrico, pasando por la idea de su interés por la función formal y estética, el artista místico versus el pintor esteticista e intelectual, la celebración de este IV Centenario de su muerte avivará la discusión sobre sus intenciones y sus objetivos en los diversos eventos organizados para la ocasión, que dará su pistoletazo de salida el próximo 18 de enero cuando las campanas de Toledo repiquen de un modo muy especial. Será un concierto desde unas 25 torres de la ciudad, para anunciar que en 2014 recordaremos de un modo especial a Doménico Theotocópuli, un creador venido de Creta, un inmigrante que nunca llegó a dominar nuestra lengua y que llegó a ser el más universal toledano de todos los tiempos artísticas expresionistas, evitando cualquier cercanía con la sumisión de la representación mecánica de la realidad.
En pleno debate interminable sobre la interpretación de la pintura del Greco, de la discusión de su pretendida espiritualidad e identificación con los valores hispanos, hasta su imagen de pintor con fama de extravagante y excéntrico, pasando por la idea de su interés por la función formal y estética, el artista místico versus el pintor esteticista e intelectual, la celebración de este IV Centenario de su muerte avivará la discusión sobre sus intenciones y sus objetivos en los diversos eventos organizados para la ocasión, que dará su pistoletazo de salida el próximo 18 de enero cuando las campanas de Toledo repiquen de un modo muy especial. Será un concierto desde unas 25 torres de la ciudad, para anunciar que en 2014 recordaremos de un modo especial a Doménico Theotocópuli, un creador venido de Creta, un inmigrante que nunca llegó a dominar nuestra lengua y que llegó a ser el más universal toledano de todos los tiempos.
Escritor: Luis Fernando Fernandez Mateo