Se fundamenta en algunos aspectos de la teoría del aprendizaje y se basa en la corriente de pensamiento definida como «conductismo». Centra la atención en la situación-estímulo que sirve para desencadenar una conducta-respuesta.
Sobre esta base, se ve que la respuesta puede ser modificada por una acción de refuerzo o la extinción de la conducta definida como problemática o negativa.
La intervención se basa en las técnicas de modificación de la conducta. Apunta a cambio de una conducta específica, evidente, y de la posibilidad de evaluar los resultados con cierta exactitud.