Pero, ¿qué hay de combinarlos, con la experiencia sexual?; recordemos que una experiencia sexual sin responsabilidad, puede implicar efectos catastróficos a corto y mediano plazo, como: embarazos no deseados, infecciones, tan letales como el SIDA, o también efectos emocionales negativos, a mediano y largo plazo, que afectan la salud emocional, como: la soledad, el sentimiento de culpa, la desensibilización, la cosificación de relaciones humanas, etc….
Drogas como la mariguana, y el alcohol , L.S.D., morfina, u otras, en dosis excesivas, tienen un efecto “sedante”, por así decirlo en el cuerpo de quien los consume, esto hace que los receptores del cuerpo como son: tacto, vista, oído, gusto, olfato, se “anestesien”, se distorsionen, por así decirlo, , por ejemplo, bajo efecto de alcohol, en gran cantidad en el cuerpo, hace que no palpemos el cuerpo de la mujer en toda su magnitud, debido a que el cuerpo esta sedado como, “anestesiado”; así, será difícil recordar y percibir el olor real de la mujer, será difícil ver su estética, y será difícil escuchar con atención, o recordar lo que nos dijo.
De ahí que, cuando tenemos contacto sexual, entre hombre y mujer, (están involucradas sustancias como oxitócica, prolactina, serotonina, dopamina, noradrenalina, el ácido gama amino butírico y opiáceos endógenos como encefalinas y endorfinas), que se encargan, de dar esa sensación de placer, que nos producen, lo que conocemos como orgasmo, en las mujeres y eyaculación placentera, en los hombres, pero, al estar bajo efecto de alguna droga, como las mencionadas anteriormente, en gran cantidad, provocan que las sustancias químicas naturales que produce nuestro cerebro, disminuyan, ya que el cuerpo, esta tan anestesiado que no le es posible emitir esos mensajes, a través de los sentidos, de una forma estable …Por eso es, que, muchas mujeres, que tienen sexo, estando totalmente ebrias o dopadas, no obtienen plena satisfacción y padezcan pequeñas lagunas mentales de lo acontecido, en estos casos estaríamos ante una “violación” ya que su cuerpo fue penetrado no estando del todo consciente. Lo mismo pasa con el hombre que, estando dopado o alcoholizado en exceso, penetra a la mujer y eyacula inmediatamente que, “parafraseando a Erik Fromm”, no hizo más que, hacerse una “masturbación vaginal” y que tampoco le produce satisfacción plena, ya que empiezan a ver a la mujer como una vagina o unas tetas y las mujeres ven al hombre como un pene, es decir se cosifica a las personas cual objetos sexuales.
De ahí que, las mujeres que se jactan, de estar con uno y otro hombre, teniendo contacto sexual, bajo los efectos del alcohol o dopadas, no hacen más que evidenciar su insatisfacción sexual , y su des quebranto emocional, al tener que doparse o embriagarse para poder “soportar” una relación sexual. Esta situación es parecida, a los que comen compulsivamente y que te podrían contar, que comieron bastante comida en un día: una pizza , una hamburguesa, comida rápida , tacos, etc. y no se sienten satisfechos, pues comen por impulso y no por hambre , generando cada vez mayor insatisfacción y frustración emocional, pues cada vez requieren comer más y la insatisfacción aumenta. Ya que el hambre que sienten ya no es nutricional, sino, un hambre emocional, queriendo sustituir con comida, su ansiedad.
También, los hombres, que se jactan, de tener muchos contactos sexuales, con mujeres, sufren de una insatisfacción sexual y emocional, pues por tal motivo, siempre están en busca de distintas mujeres. Ya que buscan, el acto en sí y no una relación trascendente, el estar con una y otra, no hace más que, aumentar su insatisfacción, ya que si disfrutaran plenamente con una mujer, haciendo del sexo un arte de amar y no un objeto sexual , les sería más pleno y no habría necesidad, de estar siempre en búsqueda de esa expectativa errónea, de creer que entre más relaciones sexuales con muchas mujeres, le será de satisfacción total, muy al contrario, se genera una sensación de soledad, pues no hay esa trascendencia emocional, de estar plenamente con la otra persona…Cosifican a la mujer como un “clínex”, solo tener sexo y después desechar, ya que tener muchas mujeres, no permite una atención plena con cada una de ellas, no se da el tiempo y aunque quisiera hacerlo la misma dinámica de tener varias , es decir (la realidad concreta de tiempo), el tiempo no le alcanza para convivir, más allá del sexo; a menos que se valore únicamente la estética de lo externo, de solo valorar la apariencia, la bufonería, o el momento en sí…“Es como comerse una sopa – maruchan, en lugar de prepararse una comida nutritiva”; esto produce relaciones artificiales; así como, consumir comida rápida exprés; así mismo, relaciones exprés, que no nutren, solo generan un vacío emocional y desensibilizan, ya que se empieza a ver a las personas como números, una colección de nombres, una cantidad y no cualidad, se cosifica a las personas.
(Erik Fromm). Por ejemplo, quien no ha visto la siguiente situación tan cotidiana: tanto en hombres como en mujeres: se está con una persona y ya está hablando por celular, con otra largo y tendido, sin atender a la otra persona, presente ahí físicamente y cuando ve a la persona con la que habla por celular, reproduce la misma dinámica; es lo mismo que hacen las mujeres y los hombres que se jactan de tener muchos contactos sexuales, esa dinámica, ese modus vivendi, desensibiliza y cosifica las relaciones humanas.
Bibliografía: Erick Fromm. El arte de amar. Paidós Ibérica. México 1959-2000, 128 p.
Escritor: : José Antonio Arias Herná