Desde la antigüedad se habían especulado afirmaciones acerca de la pérdida del lenguaje después de haber padecido un fuerte golpe, pero era inútil tomar medidas ya que no se tenía un conocimiento científico en relación al trauma. Con el pasar del tiempo este, se fue convirtiendo en un componente fundamental para investigadores debido a que el avance tecnológico y los nuevos conocimientos ayudaron a determinar las medidas apropiadas cuando una persona sufría golpes o traumas en la cabeza, dando un diagnóstico y tratamiento conforme a las necesidades básicas de estos pacientes.
Este tipo de ideas, preguntas y dudas que se generaron por parte de profesionales en salud fueron aumentando de tal forma que creó un sentido de búsqueda en las áreas del cerebro que están funcionando de forma incorrecta, tales como: memoria, comprensión, expresión, asociación, cognición, hemisferios cerebrales, lóbulos temporales, entre otros que afectan significativamente el normal funcionamiento del proceso lingüístico.
A continuación se explicaran los avances históricos que se realizaron a medida que pasaba el tiempo y han sido de gran ayuda en la actualidad para muchos profesionales que trabajan en el campo de la rehabilitación.
Durante el siglo XVIII se comentaba que “los problemas del lenguaje se debían a una incapacidad para recordar palabras y que, por lo tanto, pertenecían a los problemas de memoria, otra interpretación frecuente era que los problemas del lenguaje se debían a una parálisis lingual”
Según estas interpretaciones se evidencia que habían muchas afirmaciones asertivas y relacionadas con algunas características comunes de una persona con afasia, información que algunos investigadores tomaban de forma muy localizacionista y otros de forma muy universal es decir se centraban específicamente en funciones cerebrales correspondiente a una sola área u órgano sin tener relación una con otra, siendo totalmente opuesto al universalista el cual tomaba de forma equitativa las funciones de la corteza cerebral. Aspectos que neuro-anatomicos y neuro-fisiológicos tomaron en un principio a grandes rasgos pero que ayudaron a construir conceptos más completos acerca de esta patología, en 1769 Benton y Joynt mencionaron que Gesner fue uno de los primeros en indicar que la pérdida del lenguaje no era resultado ni de parálisis lingual, ni de un problema de memoria, sino de un problema de asociación de imágenes con símbolos verbales es decir ya había una información más significativa para su lista de obras.