Judith Kalman, quien nos ubica en la “Importancia del contexto en la alfabetización”, de como la interrelación de la escritura y la lectura nos entrelaza con las diversidades del mundo, a través de las relaciones sociales, participación y diferentes formas de apreciar las ideas plasmadas mediante la escritura y evaluadas a nivel de la lectura. Además resalta ampliamente la profundidad de las conexiones entre una actividad u otra que nos permite acceder a las relaciones sociales intrínsecas en la comunicación escrita y oral, a esto sumarle su preocupación acerca de la competencia comunicativa esencialmente a nivel educativo en jóvenes y adultos. Ella hace hincapié en el desarrollo de estas tres facultades: escribir, leer y comunicar en su importancia de desarrollarse a niveles educativos en la apertura de nuevas oportunidades y posibilitando engrandecer el conocimiento y superar fronteras académicas llegando a un status superior de logros a través de las mismas.
El interés que despierta en el lector es motivado por una serie de conceptos que parten de lo elemental a lo complejo. Cabe anotar que el aspecto sicológico, la propia habilidad y capacidades de desarrollar una lectura fluida y un escrito extensamente logrado influyen directamente en el poder de comunicar y establecer relaciones sociales. También es claro que la autora toma referentes constructivos a partir de desarrollos antes investigados y aplicados con modelos didácticos y actividades que resaltan las expectativas de escritura y lectura a niveles de escolaridad. Es importante resaltar que ella tiene una visión ligada al desarrollo cultural y social de estos tres aspectos provenientes de una actividad cerebral indudablemente.
Es totalmente apropiado mencionar que la escritura tiene una relación directa con el hábito de la buena lectura y como consecuencia la habilidad y competencia comunicativa, estas tres estrechamente ligadas a partir de los intereses y pasiones personales de los individuos en su particularidad que desarrollan a unos y otros en un medio de interrelaciones humanas constantes y perdurables, lo que expresa la autora en varias de sus apreciaciones.
Por otra parte, el documento cita la raíz de la alfabetización a finales de la década de los sesenta que se investiga el uso de la lengua escrita fuera de la escuela y aplicándose en diferentes escenarios. En este sentido la autora resalta dos aspectos importantes de las ideas plasmadas de Goody: la poca importancia que la escritura tiene como incidencia en la conducta social de la humanidad y el potencial de la escritura depende del sistema escrito de cada sociedad. El caso es que, estas dos ideas fueron fundamentales en los años ochenta en la comprensión del concepto de alfabetización.
En resumidas cuentas la escritura determina el poder de las relaciones sociales y el efecto que tenga sobre la humanidad, igualmente, la lengua escrita no es monolítica, puesto que la lectura y la escritura dependen del contexto, son múltiples las formas y estilos de expresar y plasmar una idea.
Es evidente que en todo momento la autora pretende profundizar y ampliar el concepto de contexto a nivel del lector y escritor como una afirmación de las relaciones sociales en un ámbito que ha sido reforzado por diversas concepciones de algunos autores. Los argumentos de sus afirmaciones son objetivos y los apoya en los diferentes conceptos a través del tiempo.
En la parte final la autora recopila citas de diversas fuentes y concluye que el contexto es vital en la competencia comunicativa, en la manera de escribir de leer, de interrelacionarse socialmente, es la forma como se expresa, no se refiere simplemente a una forma sintáctica, asimismo ella expresa que de esta definición se extrae que la alfabetización adquiere nuevos retos, nuevos sentidos, una amplitud de la visión del lenguaje escrito más profundo. Igualmente expresa la manera de replantearse el estilo de educación, las tendencias académicas, la construcción de nuevas concepciones acerca de nuevas maneras de observar, analizar y evaluar el aprendizaje.
La autora desencadena en un desarrollo secuencial y ajustado a teorías que avanzan a encontrar el verdadero sentido del contexto en la alfabetización. Es cambiar metodologías rígidas y orientarlas a modelos más prácticos propios de las competencias comunicativas.
Ella deduce que la alfabetización se trata de un proceso extenso, sin límites, sin ataduras al referente educacional. Es en su concepto la aplicación de las nuevas tendencias que deben ser ajustadas a la actualidad en pos de la realización personal y social. Una tendencia que incluya proceso de aprendizaje y reconocimiento del amor por la lectura y la escritura que a la vez implica cultura, que en la suma de todo denota otras condiciones estructurales hacia una incidencia social a nivel humano, mejorando y cultivando todo lo referente al quehacer educativo.
El interlocutor se introduce en la lectura con el deseo de encontrar respuestas a ciertos interrogantes de los desarrollos a niveles de escritura, lectura y competencia comunicativa, ubicadas en lo que sugiere el contexto en cada aprendizaje.
En conclusión la autora bajo sus concepciones despierta todo interés por comprender la importancia del contexto en la alfabetización de una manera clara y precisa, en aras de desarrollar nuevas ideas y fortalecer áreas que implican interrelaciones sociales y amplían los espacios de desarrollo humano.