Mi vida ha dado múltiples giros, como la de cualquier otra persona. Uno de los giros más importantes que he vivido en mis días, fue la decisión profesional de cambiar de rubro. No es misterio para mi persona el como los caminos de la vida han ido cambiando respecto a mi andar. Como cuando en cierto momento reconocí la pedagogía como parte esencial e indivisible de mi vida y como ahora, estudio otra carrera, para obtener otras respuestas de la vida que estoy llevando.
Así es como hoy he llegado a un punto de comprensión de mi persona, en donde entiendo que mi profesión como enfermera no será excluyente del espíritu que primero enamoró mi andar por la vida que es el de la pedagogía. Según mis experiencias y conocimientos en educación y en salud, considero posible aunar criterios entre estas dos disciplinas y llevarlas a un nuevo nivel del saber, puesto que tengo las cualidades necesarias para producir un aprendizaje significativo en el cuerpo estudiantil, como también dominaré a futuro, todo lo que una enfermera debe de conocer para lograr el correcto tratamiento y cuidado de los pacientes que tendré a mi cargo.
Estas palabras, intentan relatar una síntesis de mis conocimientos pedagógicos, y tendrán adjunto mis deducciones respecto de cómo enseñar a futuras enfermeras las cuales necesitan cuestionar sus concepciones alternativas y reconstruirlas con la esperanza de poder mejorar como personas y profesionales de la salud. como mirada político social de la pedagogía para cualquier ambiente en el cual nos estemos enfocando.
La alfabetización científica según Prieto et al. (2012) 1 cumple con el objetivo de proveer una formación integral para todas las personas y que las capacite para ejercer plenamente sus derechos e intervenir en los procesos de toma de decisiones que se dan en las sociedades democráticas actuales. De esta manera, es que considero en extremo necesario discutir como los profesores de Enfermería están aplicando este conocimiento ligado a una mirada integradora de las personas dentro de los movimientos políticos que un país esta desarrollando en base a la mirada científica de la educación.
La alfabetización científica, es el proceso por el cual una persona se empodera de un saber científico. Comprende así, la importancia de la ciencia para el desarrollo de la vida en conjunto con otros, teniendo entonces una covalencia bastante evidente respecto de la política de estado que reúne a las personas en un país. Cuestiono fuertemente si los profesionales encargados de la educación científica de las enfermeras (al menos en el área de la biología) están en efecto, alfabetizando científicamente a los alumnos que tienen a cargo. Cuestiono si su discurso está orientado desde una perspectiva social y científica aunada.
Considero necesario que este acápite esté cubierto correctamente en la enseñanza de las futuras enfermeras. Puesto que desde este conocimiento es que las profesionales de la salud pueden primero empoderarse de su profesión de manera profesional y autocrítica y luego, pueden ayudar en la labor de asistir a otros a través de la educación en salud, para empoderar a las personas de sus propias decisiones respecto a sus hábitos de vida, salud y convivencia con otros. De esta manera, se forja una mejor sociedad aunada a los criterios de enseñanza científica proveídos por los mismos profesores de las enfermeras, marcando su manera de ponderar su conocimiento y al mismo tiempo para ser agentes sociales asociadas a la salud de la población. Sin embargo, he detectado en no pocas ocasiones, que la manera de hacer clases por las entidades educativas, carecen de sustentos pedagógicos constructivistas. De esta manera, es que se les priva a los alumnos de su carácter socio-crítico, para ser fortalecido en contenidos científicos factuales, los que se encuentran en libros. Sin embargo, la capacidad para criticar de manera constructiva una realidad, solo se encuentra en el debate con otros respecto de cómo la realidad se comporta y se vive en nuestro fuero interno.
Al mismo tiempo, esta lógica transmisiva, no pone un énfasis en la verdadera labor del docente capaz de ser un profesional protagonista de sus clases. De esta forma el currículo está determinado desde afuera, dejando pocos grados de libertad a los profesores para poder planear sus clases y exponer sus contenidos. Los profesores parecen estar contentos con esta modalidad, puesto que les reduce su carga de trabajo de una manera sustancial. Sin embargo, en esto detecto un gran error. A modo de ejemplo podemos pensar en que nadie le dice a un médico como debe de hacer su diagnóstico. ¿Por qué alguien debiera decirle a un profesor como hacer sus clases?.
Esto toma vital importancia al momento de formar profesionales, que a futuro tendrán que significar una gran parte de los contenidos vistos en el aula. Sin embargo, con este enfoque, poco queda para la innovación y el dirigir la enseñanza a los intereses de los alumnos puesto que en ningún momento estos son considerados para siquiera demostrar su aprobación o desaprobación respecto del currículo educativo.
De esta forma, los profesionales encargados de la educación científica de las enfermeras (y las mismas enfermeras que enseñen a otras enfermeras) debieran de estar en completo conocimiento de lo que las clases transmisivas aportan a sus alumnos, al mismo tiempo que debieran de saber cómo este tipo de enseñanza limita profundamente el real desarrollo de capacidades vitales de los alumnos, como su manera de criticar la realidad en la que viven y la misma realidad en la cual están siendo enseñados. y que carezcan de nociones correctas respecto a como significar el conocimiento en la mente de los estudiantes, es que nos volvemos una sociedad iterativa, hija del olvido de sus componentes. Incapaces de significar experiencias, y por ende incapaces de fijar los saberes en la mente de las personas.
Escritor: Daniela Quezada Muñoz
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