Actualmente la mayoría de las personas dependen de avances tecnológicos como portátiles, tabletas, internet, celulares inteligentes, diversas aplicaciones, entre otros, de tal manera que siempre existe una comunicación constante con el mundo, bien sea por medio de correo electrónico, mensajes instantáneos, video conferencias, chat, llamadas satelitales o cualquier otra forma que permita enviar y recibir datos desde y hacia cualquier sitio, facilitando las actividades corporativas, las investigaciones, los negocios.
La enseñanza, el aprendizaje y obteniendo una cantidad de beneficios como reducir costos de desplazamiento, optimizar el tiempo, realizar diversas actividades simultáneamente, pero todo esto ha generado una enorme preocupación en Padres de Familia, Docentes, Directivos Docentes, Empresarios, e inclusive en el propio Estado Colombiano, puesto que algunas personas, no siempre aprovechan al máximo las facilidades y ventajas de la tecnología descritas anteriormente, lo cual se ve reflejado en el rendimiento académico, la obtención del aprendizaje, la productividad y desempeño laboral, en el descenso del desarrollo de habilidades y un sin número de dificultades hasta el momento evidenciadas.
Comienza entonces, la explosión de argumentos provenientes de los chicos, padres, educadores, directivos, gobierno, comercio, para justificar el uso o la prohibición de estos elementos en un determinado momento, hasta el punto de lograr generar conflictos familiares, pedagógicos, personales y económicos, en donde lo importante es defender el pensar de cada uno de los personajes en mención, tomando medidas sin pensar en las consecuencias que trae hacerlo, entonces se hace necesario buscar una solución apropiada a esta situación y de esta manera, surgen diversos interrogantes tales como qué puedo hacer?, cómo lo hago?, será posible que el hijo, el estudiante, el docente, el empleado, utilicen adecuadamente la tecnología?.
Para dar respuesta a estas y a otra cantidad de preguntas que puedan surgir ante la necesidad de afrontar este fenómeno, es preciso que se tome conciencia de lo que sucede a diario y la evolución que el hombre ha tenido a través del tiempo, con el fin de simplificar tareas y mejorar la calidad de vida, lo que implica comprender los motivos que obligan a usar diferentes tipos de tecnología en la vida diaria y sin importar que papel desempeñamos en la sociedad (Jefes, Empleados, Padres, Docentes, Directivos Docentes, Funcionarios Públicos, Hijos), el compromiso es preocuparse por absorber en su totalidad los beneficios que ofrece la era digital que vivimos, conservando siempre la integridad personal.
Lo anterior puede lograrse si cada uno se apropia de su rol social, investiga, y se compromete con el asunto en cuestión, por ejemplo, los padres de familia, pueden supervisar a sus hijos socializando con ellos, la importancia de conocer las contraseñas y usuarios que utilizan para ingresar a redes sociales, mensajería electrónica, orientándolos en entender que el internet no es solo una herramienta de comunicación, sino también de aprendizaje, limitando el tiempo de permanencia frente a los dispositivos electrónicos, los hijos, apoyar a sus padres en el proceso de actualización, con paciencia y comprensión, los docentes, utilizando las diferentes tecnologías de la información y la comunicación que ofrece el medio, aplicándolas como estrategia pedagógica para enriquecer, fortalecer y mejorar el proceso de enseñanza – aprendizaje.
Los Directivos Docentes, facilitando la implementación tecnológica a los integrantes de la comunidad educativa, utilizando las herramientas, directrices y recursos jurídicos, didácticos e innovadores que ofrece la Nación, y así cada uno desde su sitio, aportar ese granito de arena que tanto se necesita, por lo tanto, la invitación para todos es no limitar el aprendizaje por miedo a la utilización de instrumentos tecnológicos, o por desconocimiento de su manejo, tampoco propiciar controversias con las personas que nos rodean con el fin de evitar su uso, por el contrario, la idea es hacerle frente a la situación, buscar la solución más apropiada y convertir esas desventajas tecnológicas en fortalezas personales, empresariales y familiares que permitan a las personas de diferentes edades y generaciones, sobrevivir felizmente en la era digital y juntos propender por un país cada vez mejor.
Autor: Ana Catalina Franco