El poder estimar el brand equity de un producto es un proceso complejo, que va más allá de considerar ventas y utilidades y requiere cierta experticia. Es por esto que las organizaciones que desean estudiar su capital de marca, normalmente encargan a terceros, estudios de auditoría de marca.
Es bueno tener presente también que la marca, de alguna forma, constituye una promesa de un determinado estándar. Una promesa que es declarada por el fabricante, sobre todo cuando a las marcas se les incluye palabras como «plus», «super», «premium», etc. Las marcas forman parte de la mezcla de marketing y están contenidas en la «p» de producto. Por lo tanto, la marca debe ser consistente con el producto. Esto quiere decir que construir una marca en forma artificial, específicamente, mediante fuertes esfuerzos de promoción, para un producto que no se condice con esta comunicación, tendrá repercusiones negativas en el mediano y largo plazo.
En la auditoría de marca se estudian las asociaciones que tiene la marca. Estas asociaciones son de muy diversa índole, pero tienen una gran importancia para entender si una determinada marca tiene aspectos positivos que aumentan su valor o por el contrario, aspectos negativos que disminuyen su valor. De cualquier forma, la auditoría de marca permite dar lineamiento de cómo mejorar el actual valor de marca.