Manejar riesgos es una práctica de la cual se tienen pocos hábitos. Es muy importante manejar los riesgos en un proyecto para prevenir eventualidades y problemas incontrolables. La mayoría de los problemas en un proyecto se pueden prevenir si se detectan a tiempo. El manejo de riesgos permite identificarlos antes de que sucedan. De igual manera, el manejo de riesgos puede hacernos conscientes de las oportunidades que tenemos. Los riesgos no son necesariamente negativos, y podemos sacar ventaja de algunos de ellos. Veamos más detalles al respecto.
Definición de un Riesgo
Un riesgo es cualquier condición anormal que pueda afectar el proyecto. Éstos pueden influenciar el alcance, tiempo, costo e incluso la calidad del entregable. No todos los riesgos tienen un efecto negativo Existen riesgos positivos, también llamados oportunidades.
Al identificar riesgos tanto positivos como negativos, se puede mejorar la ejecución del proyecto, teniendo un plan de acción para atender los riesgos negativos y explotando al máximo los riesgos positivos.
Manejo de Riesgos Negativos
El manejo de los riesgos negativos es el enfoque principal en la gestión de proyectos. Existen 4 estrategias para abordar los riesgos negativos:
- Aceptarlos
- Evitarlos
- Mitigarlos
- Transferirlos
Aceptarlos es aparentemente la falta de acción al respecto. Sin embargo, la sola conciencia del riesgo ya es una ventaja. Esto permitirá informar a los interesados, y si el riesgo sucede, éste no será una sorpresa.
Evitar el riesgo implica tomar acciones para que el riesgo no ocurra. Podrán ustedes estar pensando que es mejor evitarlos que aceptarlos. Ciertamente sería mejor si no fuera por las implicaciones. En algunos casos, evitar el riesgo implica un esfuerzo adicional, que se traduce en recursos que en ocasiones no es posible erogar. Al realizar la evaluación del riesgo se debe determinar si es rentable evitar o no el riesgo.
La mitigación es una estrategia entre aceptar y evitar el riesgo. Su objetivo es reducir el impacto o la probabilidad de que éste ocurra. Mitigar el riesgo normalmente es más efectivo en costos que evitarlo.
Finalmente, transferir los riesgos suele ser una estrategia común. El ejemplo más claro son las pólizas de seguros. Un seguro permite transferir el riesgo a un tercero. Si el problema ocurre, la póliza de seguro cubrirá los gastos y no impactarán al proyecto.
Manejo de Riesgos Positivos
El manejo de riesgos positivos no es tan común, pero no deja de ser importante. Existen 4 estrategias para manejar los riesgos positivos:
- Aceptarlos
- Compartirlos
- Explotarlos
- Mejorarlos
Aceptar los riesgos positivos típicamente no tiene ninguna acción concreta más allá de mantener informados a los interesados. Para tomar ventaja de los riesgos positivos, es posible compartirlos. Esta estrategia implica crear alianzas para sacar mayor jugo del riesgo. No se obtendrán todos los beneficios, pero se obtendrán beneficios mayores que al no tomar ninguna acción.
El explotarlos, por otra parte, quiere decir que dentro del propio proyecto se tomarán las acciones para lograr los beneficios. Si hubiera alguna manera de mejorarlos, ésta estrategia sugiere ampliar los beneficios originalmente supuestos. Ambas estrategias implican la inversión de recursos, por lo que se deberá ser cuidadoso en la elección de éstas opciones, y realizar nuevamente un análisis de riesgos antes de proceder.