Desde mediados y finales del siglo xx el desarrollo de las nuevas tecnologías, están modificando la manera de construir saber, el modo de aprender, la forma de conocer. Es así como los medios de comunicación de masas según muchos autores conforman en la actualidad el nuevo universo simbólico y alegórico en que pensamos, actuamos y sentimos. De este modo todo pasa por ellos: valores, estilos de vida, y toda infinidad de información. La anterior premisa permite configurar como intención fundamental del presente texto, argumentar críticamente, en qué medida este nuevo universo simbólico es desconocido por la escuela y la familia, y cómo este hecho repercute indiscutiblemente en la utilización inefectiva de las TICS ante el impacto inminente de nuevas formas de socialización y aprendizaje de niños, niñas y adolescentes a partir de herramientas tecnológicas.
Cabe anotar en primer lugar que es responsabilidad de la escuela y de la familia ofrecer una formación sincrónica con la dinámica del mundo contemporáneo, pues de lo contrario dejarían desprovistos a niños, niñas y adolescentes de mecanismos de actuación critica frente a una sociedad, mediatizada por los procesos consumistas y tecnológicos, de intereses particulares, de la corriente autómata, sólo por mencionar algunos fenómenos exacerbados que ocurren en la modernidad.
La pregunta seria que papel esta cumpliendo la escuela y la familia frente a esta dinámica, estará formado a usuarios activos y críticos de las TICS, que racionalicen de forma clara los beneficios y las desventajas de la utilización de esta herramienta multitarea, que visualicen el alcance por ejemplo de las redes sociales y de las formas de socialización que ofrecen, de lo inconfiables que pueden llegar a ser por un mal uso, ya que, actualmente es ya natural ver en las noticias: chantajes, extorsiones, y la Internet como un medio propicio para la prostitución, el acoso a menores, violaciones, robos, entre otras problemáticas sociales en expansión a causa de estas redes.
Sin lugar a dudas es importante problematizar cual es la lógica de la escuela frente a la formación competente de las TICS, por qué hay resistencia a tratar estos temas y en especial el de la Internet cuando los niños, niñas y adolescentes ven en ésta la suma de recursos informáticos y comunicativos sobre los que se establecen y circulan procesos de identificación: los jóvenes y las jóvenes los vierten y los hacen circular, los apropian y los comparten con esa finalidad., por lo que, si la escuela enseña a utilizarla efectivamente, la Internet se constituiría en una idónea y eficaz herramienta de socialización y de aprendizaje.
Pero la realidad es otra, la escuela nunca ha mantenido buenas relaciones con los medios de comunicación, éstas se han mantenido entre” la pasión y el espanto, movido más cerca de la desconfianza, la censura, la recriminación y la condena, que de la aceptación y el reconocimiento asertivo. Sin embargo como negar que los medios de comunicación desempeñen un papel central en la vida de los niños y niñas, pero de igual modo es indiscutible que tampoco se debe elevarlos a los altares sin cuestionarlos, por que ambas perspectivas suponen un fenómeno contraproducente, sino hay entonces en primer lugar una clara intención pedagógica para utilizar y hablar de las TICS en el aula, esa idea de formar usuarios activos y críticos de la herramienta tecnológica se torna insostenible.
Se considera por esta razón necesario enfatizar que las TICS vinieron y para quedarse, implicando que, en la sociedad del conocimiento un exceso de información o su manipulación puedan llevar a la confusión y a la desorientación de los niños, niñas y adolescentes, con facilidad las TICS pueden transmitir valores pero de igual modo pueden enseñar mezquindades. Pueden relacionar a los seres humanos para el bien o para el mal: para la mutua ayuda y satisfacción o para la explotación y el abuso, como se ha ido esbozando a lo largo de este sucinto texto con relación a las nuevas formas de socialización y de aprendizaje que sugieren las redes sociales cuando no son críticamente utilizadas.
Desde esta línea de análisis el docente en la sociedad del conocimiento deberá acompañar al alumno en el proceso de organizar la realidad y la información que lo rodea, para que pueda hacer un uso productivo de ella y produzca su propio conocimiento, quizás en formas de producción hipertextual, ya sea como webmasters, los bloggers o hackers , y no sólo como consumidor pasivo de conocimiento, logrando pasar de la transmisión de conocimientos a la gestión del conocimiento, que implica, que el estudiante acceda a la información necesaria para saber seleccionarla, articularla y aplicarla como se diría actualmente en el “cibercontexto” de las redes sociales y en general del mundo de las TICS.
Para finalizar es importante darle interés a la familia en relación a la construcción subjetiva, quien ahora debe lidiar con aspectos que antes no tenia que abordar, es decir el mundo tecnológico. Se parte entonces de la premisa que el ámbito afectivo de la familia es el nivel idóneo y coyuntural para la primera socialización (criterios, actitudes y valores, claridad y constancia en las normas, autocontrol, sentido de responsabilidad, motivación por el estudio, trabajo y esfuerzo personal, equilibrio emocional, desarrollo social y creciente autonomía).Es así como en los primeros años la familia se constituye en el principal vehículo mediador en la relación del niño con el entorno, jugando un papel clave que incidirá en el desarrollo personal y social.
Desde la teoría, la perspectiva formativa de la familia es bastante amplia pero en realidad ¿Qué es lo que está sucediendo?, ¿hasta qué punto la familia asume la crianza de sus hijos?, y ¿hasta dónde la escuela debería asumir la educación de los niños y niñas?, ¿Cómo no caer en la sobreprotección?, ¿Cómo preparar para esta sociedad cibernética que no deja de ser peligrosa y no caer en la paranoia?. Estas son preguntas cruciales que la familia debe cuestionarse, buscando reflexionar sobre esas nuevas formas cibernéticas de socialización y sobre el rol que deben asumir ante el impacto previsible de las TICS en la dinámica personal, familiar, educativa y social.
Escritor: Freddy Adrián Ramírez Narváez