Si bien, todas las personas hablan una lengua por ser miembros participes de una sociedad en continua comunicación, no todos tienen el mismo grado de dominio del campo gramatical de los distintos vocablos, estructuras y de las estrategias necesarias para lograr una comunicación eficaz ante diferentes situaciones, de acuerdo a lo anterior, la escuela resulta ser la encargada de brindar a los futuros ciudadanos, la igualdad de oportunidades frente al dominio comunicativo, el acceso a la información de modo crítico, la posibilidad de expresar y defender sus ideas, la capacidad de construir visiones del mundo y de la vida.
La escuela tiene como obligación la formación de individuos lectores reflexivos, autónomos, de escritores competentes para comunicar sus ideas a través de la palabra. En el momento del ingreso de los niños a la escuela, ésta debe ser capaz de generar las condiciones para la selección crítica de la información que circula en el medio que rodea al niño (a). En este sentido, el niño debe comenzar un aprendizaje gradual y organizado de iniciación a la lectura de cuentos infantiles, cuando éste manifiesta interés por la misma, hay que aprovechar la ocasión mediante juegos, actividades y enseñar acrecentando el incentivo de la lectura.
reales o imaginarios El lenguaje oral, tiene la más alta prioridad en la educación preescolar, con la ampliación, el enriquecimiento del habla y la identificación de las funciones y características del lenguaje, que son competencias que los pequeños desarrollan en la medida en que tienen variadas oportunidades de comunicación verbal. Cuando los niños presencian y participan en diversos eventos comunicativos, en los que hablan de sus experiencias, de sus ideas y de lo que conocen, y escuchan lo que otros dicen, aprenden a interactuar y se dan cuenta de que el lenguaje permite satisfacer necesidades tanto personales como sociales. Desde esta perspectiva y con el ánimo de fomentar y mantener en los niños el deseo de conocer, el interés, la motivación y por supuesto contribuir con el desarrollo de lenguaje oral, se identificó al cuento como un recurso que además de atrapar todo la atención de los educandos, es una excelente herramienta para crear y conformar diferentes espacios para conseguir tal fin.
El potencial formativo del cuento va más allá del éxito en los estudios, porque un cuento proporciona cultura, desarrolla el sentido estético, actúa sobre la formación de la personalidad, es fuente de recreación y gozo, es un instrumento completo para el desarrollo del lenguaje.Los cuentos infantiles son un instrumento esencial de trabajo para el docente, en primer lugar, hay que tener en cuenta que hablamos de «contar» un cuento, no de leerlo simplemente; contarlo implica utilizar recursos expresivos, mímicos y de interactividad que no se dan en la lectura. Contar cuentos es generar comunicación. Para que esto sea así, es necesario que el cuento tenga un marco referencial claro, que el niño identifique los personajes y lo que ocurre y formular un desenlace que ellos entiendan. La narración de un cuento se constituye en un recurso con el cual el niño (a) amplía su vocabulario, ejercita la memoria verbal, adquiere la organización temporal en la secuenciación de acciones entre otros aspectos.
Con los cuentos, los niños tienen la posibilidad de escuchar un lenguaje selecto, que les permite ir aprendiendo nuevas palabras, con la posibilidad de integrarlas a su léxico. Por lo tanto, la narración de cuentos debe ser considerada como una herramienta indispensable para fortalecer el desarrollo integral de los niños, ya que los cuentos, además de fortalecer el lenguaje, permiten la socialización de los niños, a través del empleo de preguntas y respuestas. Así los niños pueden dar su opinión respecto al cuento, las emociones que éste les produjo, sus anécdotas o alguna otra cosa que nos quieran expresar. Los cuentos transportan a los niños hacia un mundo lleno de fantasía, permitiendo así que desarrollen la imaginación y la sensibilidad estética. A través de los cuentos, los niños tienen también la posibilidad de asimilar conocimientos, de esta manera lúdica entretenida y expresiva los chicos introyectan en su vocabulario armónicas y nuevas palabras que fluyen con espontaneidad a corta edad.
Escritor: Ingrid Yolanda Toro Gutierrez