La enseñanza de la biología celular se considera más indispensable en la actualidad que hace una veintena de años. Por una parte, es importante transmitir la magia del descubrimiento de la célula y de su complejidad a los estudiantes; pero las exigencias intelectuales y sociales nos llevan más allá. Lo principal de estos conocimientos es preparar a los jóvenes científicos para comprender y entender la complejidad y la coherencia que existe a nivel celular, logrando el traspaso de aprendizaje desde lo concreto a lo abstracto.
El campo de la biología celular es muy amplio, proporcionando a los estudiantes conocimientos básicos y aplicados sobre la materia biológica que conforma un ser vivo, desde la perspectiva celular e histológica. Estos conceptos son fundamentales para su formación académica básica y le permitirán la mejor comprensión y asimilación significativa de otras ramas de la biología.
El uso de textos de estudios cada día en Chile toma más y más fuerza. El Ministerio de Educación ha estado elaborando desde el año 2006 un ajuste curricular en cinco sectores (Lenguaje y Comunicación, Matemática, Ciencias Naturales, Historia y Ciencias Sociales e Inglés). Donde estos ajustes modifican parcialmente el curriculum vigente, para comunicar más claramente cuáles son los aprendizajes centrales que los alumnos y alumnas deben lograr, mejorando su redacción, secuencia y extensión.
El Ministerio recomienda que durante el año escolar, los profesores y profesoras se apoyen en los textos para incorporar paulatinamente estas innovaciones, preparándose para la entrada en vigencia del ajuste curricular.El Texto Escolar cumple una función central en la tarea educativa de los docentes, tanto en el aula como en otros espacios de aprendizaje (la biblioteca o el hogar). Para los estudiantes juega fundamentalmente un papel articulador en el proceso de aprendizaje. Los docentes, en tanto, lo utilizan junto con la guía didáctica para planificar, preparar y desarrollar sus clases. Además, en sectores de mayor vulnerabilidad socioeconómica y cultural, el texto representa un instrumento de equidad y enriquecimiento cultural para las familias. Por este motivo es de vital importancia que los textos de estudio que entrega el Ministerio de Educación, así como los propios textos que compran los apoderados de colegios particulares, sean completos y no traigan error alguno, y utilicen un lenguaje apropiado para los alumnos de los diferentes niveles. Cabe recordar que en muchos de los hogares chilenos la cantidad de textos de estudio, ya sean los entregados por el ministerio de educación o los adquiridos por las familias, no supera a un número mayor de 7 textos por hogar.
La tarea educativa, hasta no hace mucho tiempo, estaba muy condicionada por los libros de texto. Existía la idea generalizada de otorgarles la categoría de “manuales escolares”. Los alumnos podían encontrar la información necesaria para aprobar y sobrevivir en las instituciones educativas; su papel se reducía a buscar las respuestas correctas. También, para algunos docentes representaban y traducían, en teoría, la “visión oficial” tanto en la selección como en la organización del conocimiento para enseñar.
En la actualidad se están produciendo cambios tanto en la edición como en la comercialización de los libros de texto. En las instituciones escolares ya no existe un único libro y tampoco representa la única fuente de información. Sin embargo, pocas veces se estimuló en la formación del profesorado un análisis crítico de las perspectivas de los autores y de la propia editorial, de sus opciones ideológicas, culturales, económicas y políticas. Incluso se descuidó puntualizar el énfasis que ponen en ciertas modas pedagógicas o metodológicas que están presentes en la política de edición de los libros de texto. Y el alumno o alumna confunde terminologías que se contradicen en diferentes editoriales, ya que el estudiante confía plenamente en lo entregado por su texto de estudio. Es por éstas principales razones que los textos que están llegando a la mano de nuestros estudiantes, no deban presentar algún error, pues en muchos de los casos los jóvenes no comparan los contenidos presentes en ellos con otras fuentes.
Pudiendo ocurrir éste fenómeno por diferentes razones, ya sean éstas, faltas de estimulación de la escuela, mayor acceso a internet, utilizando el tiempo libre en cosas más motivadoras que buscar si el texto entregado por la escuela está correcto o no. Que como cultura se entiendo que los libros no se equivocan.
Escritor: Leticia Arenas Verdugo