Es interesante que Unamuno tuviera en su memoria más temprana una España en conflicto, cuando a la edad de cuatro años cayó una bomba en el techo de la casa de su vecino durante la Segunda Guerra Carlista, su padre murió, él tenía 6 años y fue criado por su madre, que era devota católica, su abuela liberal y formidable que era el jefe del predominio de la familia.
A la temprana edad de 11 años, inspirado por un sacerdote jesuita que le daba clases en Psicología, Lógica y Ética Miguel aspiraba a la santidad. Pero esta aspiración espiritual se econtraba en conflicto con el amor más terrenal que sentía hacia su novia de la infancia, Concepción, quien más tarde se convirtió en su esposa.
Cuando el ejército de don Carlos fue derrotado en 1876, los vascos fueron castigados por apoyar su causa con la «Ley de 1876», que les quito muchos de sus derechos. A la edad de doce años, enojado por la injusticia de esta ley, poco después Unamuno escribió una carta anónima de protesta al rey Alfonso XII, que fue el primer acto desafiante político del que más tarde sería conocido como «el excitador de España».
Mientras se preparaba para ir a la Universidad de Madrid para estudiar filosofía y literatura, poco antes de su cumpleaños número 16, su abuela murió. Estuvo presente en su muerte, encontrando el concepto de mortalidad que luego se visualira en su legado escrito.
Al salir de Madrid, tenía una sed insaciable de conocimiento. Poco después comenzó a asistir a la Universidad de Madrid, en 1880, dejó de asistir a Misa y se convirtió en un lector voraz de la filosofía positivista, la psicología fisiológica, y la poesía italiana y británica. Aprendió alemán para leer a Hegel e Inglés para leer Spencer y Carlyle (ambos de los cuales él tradujo al español), de igual forma, dos décadas más tarde él mismo aprendio danés para leer Kierkegaard.
Pronto pasó a formar parte de un círculo intelectual de los estudiantes. También se reunió con muchos de los los principales pensadores políticos de la época, que se habían formado en un grupo conocido como la «Generación de 1868», dedicado a la renovación de España después de la caída de la monarquía. Unamuno en 1884 terminó sus estudios en Madrid y presentó su tesis doctoral sobre el problema del origen y la historia del pueblo vasco aplicando una estructura científica para su investigación. A la edad de 20, Unamuno sabía 11 idiomas castellano, euskera, griego, sánscrito, latín, hebreo, árabe, alemán, francés, italiano e Inglés.
Unamuno fue nombrado por Real Decreto como el rector de la Universidad de Salamanca en 1900, pero esto no le impide ser abierto acerca de las fallas de la monarquía en su decisión de España. En una ocasión fue censurado por el rey de España por algo que él había escrito y no se le permitió abandonar la ciudad.
Entonces el Rey decidió perdonarlo, y cuando el telegrama real llegó, estaba sentado en la Plaza Mayor, rodeado de sus discípulos. Cuando lo leyó por todos los presentes aplaudieron, pero Unamuno estaba furioso, porque había dejado de ser un víctima. El indulto se había llevado el conflicto. En otra ocasión, Su Majestad le concedió la Cruz de Alfonso XII, y Unamuno fue a Madrid para recibir la decoración.
Autor: Wang Jung