Un tema de estudio olvidado por juristas y/o pedagógos que cultivan lineas de investigación relacionadas con la educación superior y/o las profesiones es el relativo a los grados académicos. Poco se conoce y se tiene una visión distorcionada sobre su objeto y verdadera esencia y, que decir de los llamados “Diplomados Universitarios”, eventos académicos no previstos expreamente en la legislación mexicana que regula la materia; sin embargo, extensamente difundidos por todo tipo de instituciones educativas.
La literatura sobre el tema es prácticamente inexistente, no hay estudios de investigación documental o aplicada de carácter jurídico o pedagógico que hablen de ello. De ahí el mar de confusiones que trascienden el ámbito estrictamente académico para penetrar y ubicarse en el profesiografico; donde al profesionista, de cualquier disciplina, se le exigen estudios de especialidad, maestría y/o doctorado, mal denóminados posgrados o postgrados para el ejercicio de determinada actividad, >>no precisamente académica<>no académicos <> no profesiográfica<> no nivel <>licencia(do)<<; esto es, la persona egresada de un centro de enseñanza con licencia, es decir, cédula profesional, otorgada por el Estado ya no para impartir cátedra sino para ejercer determinada profesión.
Esritor: : Fernando Barreda Vázquez