El presente texto permite visualizar elementos generales del pensamiento, como sinónimo del raciocinio; destaca además la creatividad como una forma de solución de problemas; aborda dos tipos de pensamiento fundamentales con la intención de definirlos: el pensamiento convergente y divergente, para finalmente pensarlos y repensarlos en relación con el contexto escolar y la función del maestro allí.
PENSAMIENTO CONVERGENTE Y DIVERGENTE, UN ANALISIS EN EL CONTEXTO ESCOLAR Colombia) hace referencia al razonamiento en el siguiente aparte que permitirá al lector deducir lo que es pensar: El proceso de adquisición de las ideas, los conceptos, las fantasías y los saberes, el ser humano posee la capacidad de inferir (deducir), lo que le permite no depender de un conocimiento, dar cabida a la pregunta continua y permitirse el establecimiento de relaciones entre un saber o una ciencia con otros saberes o ciencias (Upegui,2004).
En conclusión el pensamiento no depende únicamente de conocimientos nuevos o adquiridos, si no de la manera en la que cada persona relaciona sus percepciones con ideas, premisas, experiencias, nuevos conceptos. Los pensamientos se manifiestan por medio de preposiciones. Las preposiciones pueden ser entendidas como frases con sentido completo o lógico, que dependen de forma estricta del lenguaje, de allí la problemática que muchos autores se han planteado: ¿Qué es primero: el lenguaje o el pensamiento?, problemática que inicialmente no contempló la posibilidad de que el ser humano pensara en códigos lingüísticos y que por ello fuese un asunto de simultaneidad, donde el ser humano desarrolla su pensamiento y su lenguaje al mismo tiempo.
Pensar permite solucionar problemas, la solución de cada problema depende de la forma única en la que cada sujeto visualiza la vida y todo lo que hay en ella, de allí que algunas soluciones sean originales o en otro termino, creativas. Cuando los científicos de las áreas psicológicas comenzaron a investigar el fenómeno de solucionar problemas se encontraron con que las personas pensaban de formas distintitas, así que generalizaron las formas de pensar creando categorías que permiten clasificar el pensamiento, algunas de ellas son: pensamiento divergente, convergente, lateral, vertical, holístico, etc.Pero para afrontar este tema se abordarán solo dos pensamientos, el convergente, el divergente y a su término una breve reflexión frente al sistema educativo.
Pensamiento convergente El pensamiento convergente permite que las personas busquen similitudes entre actos pasados o de personas que le rodean, esto para elegir una única respuesta a una pregunta o situación. El pensamiento convergente Upegui, 2004.)
Los pensamientos convergentes son sistemáticos, claros y concisos, que facilitan la opción de planificar y tener objetivos y metas someras y de loable adquisición. Las personas en las que predomina dicho pensamiento son capaces de contemplar varias ideas, evaluarlas hasta descartarlas todas eligiendo solo una, que es la única que usarán. Pensamiento divergente Aunque el pensamiento divergente no es igual a la creatividad sí es una capacidad esencial que l e facilita, y permite que una persona tenga múltiples respuestas a una sola pregunta, o múltiples soluciones a un sólo problema, incluso teniendo en cuenta ideas que para otras personas podrían parecer absurdas o incoherentes; para ello es fundamental no pensar de forma lineal, frente a este pensamiento, el módulo de desarrollo del pensamiento de la Fundación Universitaria Luis Amigo plantea:
El pensamiento divergente en cambio se mueve en varias direcciones en busca de la mejor solución para resolver problemas a los que siempre enfrenta como nuevos. Y para los que no tiene patrones de resolución, pudiéndose así dar una vasta cantidad de soluciones apropiadas, más que una única correcta. Ese tipo de pensamiento tiende más al concepto de creatividad y ha sido llamado por De Bono pensamiento lateral (Upegui, 2004).Es entonces el pensamiento divergente un desafío ante la convencionalidad, permite renovar esquemas y dar paso a la creatividad. pensamiento divergente y convergente en relación con el sistema educativo.
Lo ideal en cuanto a raciocinio sería combinar el pensamiento divergente y convergente para hacer uso del que se necesite según la problemática que se enfrenta, pero no es así, lo seres humanos no hemos sido formados para usar ambos pensamientos, es más, la escuela ha sido partícipe de la castración del pensamiento divergente, en consecuencia los maestros son responsables de esta situación. El maestro actual se preocupa por el cumplimiento de los del currículo, las exigencias del gobierno en cuanto a la calidad educativa y las demandas sociales que tienen otros colegios; las familias y conocidos se preocupan por la cuantificación del conocimiento adquirido del estudiante. Esta es causalidad de la preocupación, el contenido académico, que los estudiantes tengan la respuesta exacta a cada pregunta, a cada examen, haciendo de esta forma que el niño, la niña y los adolescentes fomenten su pensamiento convergente y casi que sin planearlo se olviden de su pensamiento divergente.
La escuela ha permitido la estandarización del pensamiento, y cuando un estudiante se resiste a este fenómeno no solo es rebelde sino que es el primer postulado al diagnóstico de déficit de atención. El contexto actual ha determinado la importancia de la pasividad y receptividad al docente como portador de la verdad absoluta, en cuanto al conocimiento.
Cuando desde los primeros años de escolaridad la docente determina que el cielo se pinta azul y no rojo, que la grama se ve verde y no violeta, que el sol es amarillo y no rosado; ya se ha determinado la castración del pensamiento divergente. Irónicamente son los mismos maestros quienes critican hoy en día que las adolescentes se vean iguales, que los jóvenes actuales carecen de ideas novedosas y que responden siempre las mismas cosas bajo palabras que son ya un ícono de incomprensión:
¡Juan cómo estás? -Normal” “-¿Juana cómo te fue ayer? -Normal” Para rescatar la importancia del pensamiento divergente, de las propuestas no convencionales, las ideas creativas y los pensadores críticos y analíticos; el maestro hoy tiene un reto guiado a la recuperación de dicho pensamiento, el docente debe entonces no coartar la diferencia en el aula, aceptar que todos los estudiantes piensan, sienten y aprenden de forma diferente; por otro lado el docente debe esclarecer el hecho de no ser el portador de verdades absolutas, aseverando que no hay una respuesta única para todo y que las propuestas, las ideas y los argumentos de sus estudiantes son también posibles realidades.
Escritor: JENNY FRANCELLY ISAZA LÓPEZ