Este modelo de intervención, inicialmente diseñado para Prochaska y DiClemente (modelo trans – teórico de las etapas de cambio, 1992) para el abordaje de las drogodependencias, se ha generalizado el tratamiento de otras tipo de problemáticas, como es la conducta delictiva, de la tipología que sea.
Se establecen cuatro estadios en el proceso hacia el cambio de conducta : en el estadio de pre- contemplación el sujeto no quiere cambiar porque no tiene conciencia del problema o lo minimiza , y si hace el intento de cambiar sólo es para liberarse de la presión externa para que cambie , en el estadio de contemplación el sujeto reconoce los daños que le causa su problema , pero no hace ninguna actuación para cambiar , en el estadio de preparación del cambio del individuo hace algunas tentativas para cambiar y solicita ayuda externa , empieza a hacer pequeños cambios , en el estadio de acción el sujeto invierte esfuerzo y tiempo en el cambio y alcanza resultados ya visibles ; y en el estadio de mantenimiento el problema aparece resuelto , los cambios son duraderos y se requiere apoyo para prevenir la recaída en el problema .
Así, las técnicas de intervención del terapeuta adecuadas para el abordaje de este factor serán las que estimulen el sujeto hacia el cambio y le faciliten una transición ágil entre los diferentes estadios por los que debe transcurrir: la escucha activa, la entrevista motivacional (a la que dedicaremos un apartado más adelante), la expresión de empatía, el entrenamiento en resolución de problemas y la prevención de recaídas, entre otros.
Con este modelo de trabajo la recaída siempre es contemplada como posible (Prochaska, JO y Prochaska, J. M., 1993). , Y si se produce, se destacan los efectos » positivos “: supone una nueva oportunidad de cambio, que necesariamente hará el aprendizaje más sólido, duradero y con menores posibilidades de recaída futura. Lo cierto es que la posibilidad de recaída siempre está, y hay que intervenir para prevenirla.
Trasladada al campo de la conducta delictiva (LAWS, 2001; Merlot y Gordon 1985), la estructura del programa de prevención de recaídas es la siguiente: entrenamiento en detección de situaciones de riesgo de recaída en el delito, prevención de decisiones aparentemente irrelevantes (parecen inocuas, pero suponen un riesgo inminente de recaída) y adopción de respuestas de enfrentamiento adaptativas.
(Generalitat de Catalunya. Departamento de Justicia)
Los comentarios están cerrados.