La administración como ciencia se basa en la capacidad de planificar, organizar y controlar los diferentes aspectos de un determinado proceso. En América Latina, a diferencia del resto del mundo, la administración enfrenta serios problemas que reclaman su atención y que podrían describirse como grandes retos a superar en la actualidad.
Diversas son las áreas que requieren el escrutinio en aras del desarrollo económico y colectivo de los pueblos latinoamericanos. Algunos de los cuales se mencionan a continuación:
- La educación y la formación siguen siendo los pilares del progreso en cualquier latitud, pero en la época actual resulta más demandante la calificación de la mano de obra porque aporta el ingrediente activo adicional para reforzar la competencia del mercado nacional en el ámbito internacional. América Latina está urgida de profesionales que se preparen constantemente.
- El reconocimiento de las necesidades propias de cada región y el modo cómo se abordan para darles solución. Antes de abordar el tema de producción a escala internacional, se requiere primero darle atención a lo local.
- Reformular los paradigmas del desarrollo económico en la región y contextualizarlos a las verdaderas realidades de las economías latinoamericanas. El tema de la producción acelerada como medio para enriquecerse no puede continuar como el norte de la administración, cuando las prioridades están encabezadas por la calidad de vida de los ciudadanos.
- La diversificación de la economía como mecanismo de defensa ante la posibilidad de estancamiento productivo y de bienestar colectivo. No es factible ni rentable la dependencia absoluta a una sola fuente de ingresos nacionales.
- El autoabastecimiento de materia prima para el fortalecimiento de cada empresa que garantice la calidad de productos y la distribución oportuna a terceros, con lo cual se satisfaga la cadena de comercialización sin dejar de lado al comprador común.
- La consideración de la calidad y el servicio al cliente por encima del precio o del costo de la mano de obra deben ser las premisas en cada proyecto comercial, así como en cada decisión administrativa.
- Alta y rápida capacidad de respuesta a las exigencias del mercado en términos del cambio en gustos y/o necesidades de los clientes. La adaptación al cambio y entender a los clientes potenciales marcará la diferencia entre el éxito o fracaso de cualquier organización, incluso si la empresa en cuestión, es todo un país.
- El apoyo en la tecnología como nuevo factor de producción. Ningún proceso administrativo en el presente puede dejar de lado, el factor tecnológico si desea ser competitivo y responder en tiempo real a las necesidades y cambios del mercado.
- La mala administración y la ineficiente asignación de los recursos por parte del gobierno de turno resquebrajan la confianza del empresariado, así como de los potenciales inversionistas, lo cual genera déficit presupuestario, inconformidad laboral, y altos índices de deserción escolar e igual tasa de fuga de capitales.
- Falta de coerción y comunicación entre todos los sectores que integran las economías regionales. Al igual que en las empresas, las administraciones públicas tienen el reto de crear canales de comunicación que orienten sus esfuerzos en torno a un objetivo común.