En la actualidad, los científicos occidentales han empezado a percibir la cultura y planteamientos orientales como principios de gran valor científico; y aunque han tomado miles de años, se han empezado a aplicar y practicar principios de la cultura oriental para el beneficio de la salud. Prácticas como el yoga y el tai-chi se han popularizado en el mundo occidental, y más recientemente cobra importancia el papel de la alimentación en la calidad de vida. En los últimos veinte años ha emergido la preocupación acerca de los productos con que alimentamos nuestro cuerpo, poniendo en evidencia la prevalencia de beneficios de productos naturales sobre compuestos vitamínicos sintetizados.
De acuerdo a las costumbres chinas en la alimentación es fundamental conservar un balance, una harmonía como se expresa gráficamente en el yin y el yang. En este sentido clasificaron los alimentos en tres categorías, calientes, neutrales, y fríos, describiendo las características y usos recomendados de cada ingrediente. Los alimentos calientes tienen fuertes efectos y deben ser consumidos en pequeñas porciones, ayudan a incrementar el funcionamiento del tracto digestivo; los alimentos fríos ayudan a aliviar fiebre, aumentan la producción de fluidos en el cuerpo.
Cebolla: es clasificada como un alimento caliente, que actúa en la red de órganos que comprenden los pulmones, estómago e intestino grande. En la terapia nutricional China está indicada para tratar casos de hipertensión, hiperlipidemia, enfermedades coronarias, bronquitis, y síntomas de resfriado común. Contiene alta concentración de aceites esenciales de sulfuro, Fito nutrientes como el flavonoide quercetina, calcio, selenio, yodo, fluoruro, potasio, complejo vitamínico B, y C.
Ajo: la naturaleza del ajo también es caliente, actúa en los canales de los pulmones, bazo y estómago. Desde épocas ancestrales el ajo fue utilizado como una especie de penicilina, usado como desparasitante y desintoxicante, para tratar problemas estomacales como dolores de abdomen, diarrea, también de uso tópico contra mordidas de insectos, tratamiento de infecciones, furúnculos…
Espinaca: su naturaleza térmica es fría, interviene en los sistemas gastrointestinales y el hígado. Es indicada para tratar acidez, ardor estomacal, ulceras gastrointestinales, alivia dolores de cabeza, mareo, ojos enrojecidos, visión borrosa, ceguera nocturna, insomnio, también tiene un efecto positivo en el tratamiento de hipertensión arterial. Es rica en vitamina A y C, beta-caroteno, ácido fólico, vitamina B1, aminoácidos, fósforo, calcio, hierro, ácido oxálico.
Batata: naturaleza neutral con tendencia hacia caliente, actúa en estómago, bazo y riñones. Está indicada para constipación, diarrea, resfriado, debilidad corporal. Tiene alto contenido en ácido pantoténico, vitamina A y C, potasio, y magnesio.
Tomate: de naturaleza fría, el tomate actúa en la red de órganos del estómago y el hígado. Es principalmente indicado para tratar problemas de piel como picazón, eflorescencia cutánea, alergias de estaciones, dolores de cabeza, mareos, visión borrosa, ceguera nocturna e hipertensión arterial. Contiene altas dosis de vitaminas A, complejo B, y C, zinc, cobalto, magnesio, potasio, aceites esenciales…
Por último, se hace hincapié en comer con moderación, atendiendo a las verdaderas necesidades del cuerpo. Evitar comer en exceso, promover una alimentación consciente requiere enfocarse en la comida, en el acto de comer, tanto como en los alimentos que se consumen. Se recomienda evitar bebidas frías mientras comes, al contrario, como costumbre oriental la comida se termina con una taza de té para promover una buena digestión.